Agilidad, ahorro de tiempo y menos contaminación para el medio ambiente. Ocupación del espacio público, inseguridad vial y falta de control.

Estos son los dos extremos en que se están moviendo las patinetas eléctricas que circulan en Cali desde el pasado 5 de marzo, y que, sin cumplir un mes, han generado una dura controversia entre los defensores de la movilidad sostenible y quienes piensan que la implementación de este nuevo modo de transporte se hizo de manera improvisada, generando un riesgo.