Tras su deslumbrante debut en Qatar 2022, Inglaterra quiere zanjar la clasificación a octavos por la vía rápida en el duelo del viernes ante Estados Unidos, en el que podrá contar con su artillero Harry Kane.
El golpe en el pie derecho que recibió el capitán Kane fue la única nota negativa del estreno de Inglaterra por el Grupo B, en el que avasalló 6-2 a Irán con una de las mejores actuaciones hasta ahora del campeonato.
El ariete del Tottenham, de 29 años, recibió una dura entrada en el minuto 50 pero el técnico Gareth Southgate aguantó otros 26 minutos para retirarlo del césped cuando el marcador ya reflejaba una ventaja de 5-1.
Kane abandonó el campo cojeando ligeramente, desatando dudas de que pudiera ser baja ante Estados Unidos el viernes en el estadio Al Bayt de Al Khor, donde un triunfo clasificaría a Inglaterra matemáticamente a octavos.
El jueves, Southgate acabó con la incertidumbre al confirmar que las pruebas médicas realizadas a Kane no encontraron una lesión de importancia.
"Él está bien. Hoy ha trabajado un poco más individualmente, pero mañana estará de vuelta con el equipo y todo está bien para el partido", aclaró el técnico en una entrevista con la cadena ITV.
"Solo lo comprobamos por precaución", precisó. "No fue tanto el tobillo como el pie. Fue una mala entrada, la verdad, pero es una de la que afortunadamente salimos sin demasiado daño".
Kane no vio puerta ante los iraníes pero facilitó los movimientos y dianas de sus jóvenes escuderos, como Saka, Marcus Rashford o Jude Bellingham, la nueva perla de los 'Tres Leones' que podría medirse a su amigo y compañero de equipo en el Borussia Dortmund Gio Reyna.
Inglaterra cuenta con una exuberante nómina de atacantes para conceder un descanso a Kane si fuera necesario pero los números respaldan la trascendencia que el punta tiene para Southgate.
Con 51 goles en 76 partidos, el espigado delantero ha marcado el 35% de los tantos de su selección en los partidos que ha jugado desde su debut en marzo de 2015.
- Un asunto familiar -
Estados Unidos, por su parte, afrontará su gran examen del grupo con la necesidad de aprender rápido las lecciones que le dejó el empate inicial 1-1 ante Gales.
Con orden y un fútbol dinámico, los norteamericanos, prácticamente todos debutantes en un Mundial, desarticularon en la primera mitad el juego metalúrgico del combinado galés.
Tim Weah, el hijo de la ex estrella liberiana George Weah, abrió el marcador pero Estados Unidos no pudo resistir el acoso aéreo galés de la segunda mitad que terminó con el empate de penalti de Gareth Bale.
Los pupilos de Gregg Berhalter serán sometidos a una presión diferente el viernes ante una Inglaterra, que a diferencia de su nación vecina, tiene una veloz circulación de balón y punzantes extremos.
A Estados Unidos, en cualquier caso, poco le debe sorprender el planteamiento de un rival muy familiar.
Ocho de sus jugadores, incluidos el arquero Matt Turner (Arsenal) y la estrella Christian Pulisic (Chelsea), militan en equipos ingleses y tres incluso nacieron en ese país.
Uno de ellos, el joven Gio Reyna, nació en 2002 en Sunderland cuando su padre, el cuatro veces mundialista Claudio Reyna, jugaba en ese equipo.
Considerado el mayor talento de la nueva camada estadounidense, Reyna vio todo el partido ante Gales en el banquillo.
El menudo extremo, que acaba de cumplir 20 años, fue reservado por Berhalter pero se espera que debute ante su país de nacimiento. Enfrente tendría a su compañero Bellingham, uno de sus mayores apoyos durante dos últimas temporadas plagadas de lesiones.
"Definitivamente es mi mejor amigo en Dortmund", explicó Reyna. "Obviamente ha sido un año difícil para mí pero él ha sido quien más se ha interesado, asegurándose de que todo estaba bien".
Otra de las dudas en el once estadounidense es la posición de delantero centro, en la que podría estrenarse el colombiano-estadounidense Jesús Ferreira.
El joven ariete del FC Dallas, nacido en Santa Marta, fue relegado de la titularidad ante Gales por Josh Sargent a pesar de que había sido el dueño de la plaza en la recta final de las eliminatorias de Concacaf.