Bélgica sufrió una derrota preocupante a cinco días de su primer partido en el Mundial de Qatar, después de caer el viernes en Kuwait City ante una Egipto liderada por un gran Mo Salah, por 2-1.
Es cierto que Roberto Martínez no pudo contar con algunos jugadores lesionados (especialmente Romelu Lukaku, que sigue siendo duda para el arranque del Mundial), pero la actuación del capitán Eden Hazard, desaparecido, y de sus compañeros de equipo dan motivos para preocuparse al entrenador español.
Los 'Diablos Rojos', que deberían haber dispuesto de un penalti en el minuto 5, empezaron bien (un disparo de Batshuayi se estrelló contra el larguero egipcio en el 9) antes de replegarse y encajar un primer gol a la media hora, cuando Mostafa Mohamed aprovechó un balón perdido por Kevin De Bruyne para batir a Thibaut Courtois.
Los hombres de Roberto Martínez concedieron un segundo gol a la vuelta de los vestuarios, por medio de Trezeguet, brillantemente asistido por Mo Salah (46, 2-0). Fue un tanto que puso de manifiesto la falta de autoridad en la línea defensiva de Bélgica, una de las grandes preocupaciones en la fase previa a Qatar.
Los belgas recuperaron la esperanza a un cuarto de hora del final gracias al delantero del Lens Loïs Openda (1-2, 76). Sin embargo, esta reacción llegó demasiado tarde y no fue suficiente.
Bélgica comenzará el Mundial con cierta preocupación el 23 de noviembre contra Canadá, antes de enfrentarse a Marruecos (27 de noviembre) y Croacia (1 de diciembre) en el grupo F.