La cifra de muertos en los aludes e inundaciones provocados por lluvias torrenciales en la ciudad brasileña de Petrópolis aumentó a 182, informaron este martes las autoridades, una semana después del temporal.

La tormenta del 15 de febrero se cobró hasta ahora la vida de “111 mujeres y 71 hombres. Del total, 32 eran menores de edad”, informó la Policía Civil, dando cuenta de la tragedia más mortífera de la historia de esta ciudad del estado de Rio de Janeiro (sureste).

Una semana después del temporal, las autoridades intentaban restablecer la normalidad, mientras continuaban rescatando cuerpos bajo el lodo y los escombros en las áreas más afectadas. Más de 850 personas seguían recibiendo atención en albergues de emergencia.

La policía informó que 89 personas permanecían desaparecidas, una cifra que va disminuyendo a medida que se identifican los cuerpos recuperados y que familias reencuentran a parientes sanos y salvos.

La lluvia convirtió las calles en ríos que arrasaron árboles, automóviles y autobuses, y provocaron deslizamientos en los barrios apostados en las laderas de las montañas que rodean la ciudad, ubicada a unos 60 km al norte de la ciudad de Río de Janeiro.

En pocas horas cayó un volumen de agua mayor al esperado para todo el mes de febrero.

Con 300.000 habitantes, Petrópolis es un pintoresco destino turístico que fue capital veraniega del imperio brasileño en el siglo XIX.

La cifra de muertos en la actual tragedia supera la de otra catástrofe provocada por intensas lluvias en la ciudad, que dejó 171 decesos en febrero de 1988, de acuerdo con los registros de la alcaldía.

En los últimos tres meses, al menos 230 personas han muerto en Brasil por las precipitaciones, principalmente en los estados de Sao Paulo, Río de Janeiro y Bahía (noreste). Estos fenómenos meteorológicos, según muchos científicos, serán cada vez más recurrentes debido al cambio climático.