Este lunes 6 de febrero se conoció el veredicto sobre el asesinato de Fernando Báez Sosa, un joven de 18 años que fue golpeado hasta la muerte hace tres años por varios integrantes de un equipo de rugby, a la salida de un boliche en Villa Gessel, Argentina.
El tribunal conformado por los jueces María Claudia Castro, Emiliano Lazzari y Christian Rabaia condenó a cadena perpetua a cinco de los ochos acusados, mientras que tres de ellos pagarán 15 años de prisión. También se dictaminó que la golpiza que el joven recibió en la noche del 18 de enero del 2020 hizo parte de un plan criminal orquestado por los ocho implicados.
Los acusados quisieron obtener condenas más leves por medio de tres figuras penales como el homicidio de riña, homicidio preintencional o homicidio simple con dolo eventual. Sin embargo, no lograron convencer a los jueces, para quienes quedó muy claro que no hubo ninguna pelea ni un resultado no buscado por los acusados, como pretendían demostrar.
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¿Cómo sucedió el crimen?
Fernando Báez Sosa nació en Buenos Aires, en 2001. Era hijo de una pareja de inmigrantes paraguayos. Su padre es constructor y su madre cuida ancianos.
El 18 de enero del 2020 Báez viajó a Villa Gessel, una provincia ubicada en el extremo este de Buenos Aires, para pasar sus vacaciones de verano y celebrar la terminación de sus estudios de bachillerato.
Esa noche, el joven fue a una discoteca junto con su novia Julieta Rossi, y un grupo de amigos. Todo parecía normal hasta que se toparon con un grupo de jugadores de rugby, los cuales se ensañaron con ellos. En ese momento, uno de los deportistas, Maximo Thomsen, tomó a Fernando del cuello y lo llevó afuera del establecimiento, donde lo mataron a golpes.
Los amigos de Báez han declarado que les fue imposible defender a su amigo, pues los implicados los golpeaban, evitando que se acercaran a él.
Entre los testigos del hecho se encuentra Alejandro Muñoz, personal de seguridad de la discoteca. "La golpiza fue con saña, con mucha violencia. Nunca vi nada igual. Hace veinte años que laburo de esto y nunca vi pegarle tanto a una persona. Las patadas eran la mayoría a la cabeza", señaló.