Desde tiempos inmemoriales, la humanidad se ha visto inmersa en un continuo debate sobre la verdadera forma de la Tierra.
Desde las antiguas teorías de Anaximandro y Hecateo de Mileto, que sostenían la idea de una Tierra plana, hasta el paradigmático modelo esférico propuesto por Pitágoras, la creencia en un planeta redondo ha sido la corriente predominante durante siglos.
Sin embargo, en los últimos años, ha surgido con fuerza el movimiento terraplanista, que desafía la sabiduría científica establecida y plantea interrogantes intrigantes. Fue en el año 1956 cuando vio la luz la Flat Earth Society (Sociedad de la Tierra Plana), pero no fue sino hasta 2017 cuando este movimiento ganó un nuevo impulso.
Incluso la reconocida plataforma de streaming, Netflix, lanzó un documental de una hora y media titulado La Tierra es plana, que se centró en Mark Sargent, uno de los más prominentes defensores del terraplanismo. Sargent, con convicción, sostiene que el Polo Sur es un muro de hielo de 60 metros de altura y que el Sol y la Luna son simples luces en el firmamento.
Su argumento principal radica en que la curvatura de la Tierra no es apreciable a nivel del suelo, lo cual desafía las bases de la comprensión científica convencional.
Sargent, en un comienzo, trató de refutar la teoría de la Tierra plana, pero paradójicamente, terminó convirtiéndose en uno de sus más fervientes defensores. En sus propias palabras: “Si no te ríes de esto la primera vez que lo ves, te pasa algo”. A pesar de las burlas y dudas que suscita su afirmación, sigue siendo un apasionado creyente en esta controvertida teoría alternativa.
Nathan Thompson, otro miembro destacado del movimiento terraplanista y residente de California, argumenta que la creencia en una Tierra redonda es promovida por aquellos que desean mantener a las personas en la ignorancia, con el fin de ejercer un control sobre ellas.
Thompson sostiene que esta creencia se utiliza para promover un sistema educativo basado en el modelo heliocéntrico, que venera al Sol como centro del sistema solar. Tanto Nathan como Mark Sargent y otros terraplanistas se esfuerzan por respaldar sus teorías e hipótesis con argumentos y pruebas.
El documental de Netflix presenta un intento de prueba científica para respaldar la afirmación de la Tierra plana. Se realizó un experimento basado en la luz, en el que se instalaron postes a nivel del mar y se disparó un rayo de luz desde un extremo al otro para medir la altura sobre el terreno entre estos puntos.
La lógica detrás de este experimento era simple: si la luz se encontraba a la misma altura en ambos puntos, esto indicaría que la Tierra es plana, mientras que si uno de los puntos se encontraba a una altura superior, demostraría la curvatura de la Tierra.
El resultado del experimento fue contrario a las expectativas terraplanistas: uno de los puntos tuvo que elevar la luz para compensar la curvatura de la Tierra, lo que evidenció la esfericidad del planeta. El documental concluyó de manera abrupta, dejando en claro que el experimento no respaldaba la teoría de la Tierra plana.
El resurgimiento del terraplanismo es un fenómeno fascinante que desafía las bases de la ciencia y la educación. A pesar de contar con seguidores apasionados, la evidencia científica sólida continúa respaldando la teoría de una Tierra esférica.
No obstante, este debate persiste como una parte peculiar y controvertida de la cultura moderna, que se aferra a creencias ancestrales en una era dominada por la tecnología y la información. Como escribió Galileo Galilei, uno de los precursores de la astronomía moderna, “E pur si muove” (“Y, sin embargo, se mueve”), refiriéndose al movimiento de la Tierra.
Este dicho atribuido a Galileo Galilei ilustra la tenacidad de las creencias arraigadas y cómo, a pesar de las evidencias científicas, algunas personas se aferran a sus convicciones. El movimiento terraplanista actual es un recordatorio de que, en la era de la información, las ideas pueden propagarse rápidamente y ganar seguidores apasionados, incluso cuando desafían el consenso científico.
No obstante, es importante enfatizar que la teoría de la Tierra plana se encuentra en marcado contraste con décadas de investigación y pruebas científicas. Desde la observación de la curvatura del horizonte en la distancia hasta la navegación basada en la rotación de la Tierra, la evidencia que respalda la esfericidad del planeta es abrumadora.
Algunos científicos y pensadores notables también han reflexionado sobre este tema a lo largo de la historia. Por ejemplo, Carl Sagan, el renombrado astrónomo y divulgador científico, expresó: “Nuestro planeta es una solitaria mota en la inmensidad del cosmos. En nuestra oscuridad, en toda esta vastedad, no hay indicios de que la ayuda vendrá de algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos”.