Esta sábado 10 de agosto, las autoridades brasileñas recuperaron de al menos 50 de las 62 víctimas del accidente aéreo ocurrido ayer (viernes) en el sureste del Brasil, al tiempo que el grupo de investigadores iniciaron el análisis del contenido de las cajas negras, para determinar las causas del desplome de la aeronave.
“Hasta el momento 50 cuerpos fueron retirados del lugar del accidente, y dos ya fueron identificados” por medio de sus huellas digitales, informó la Gobernación del estado de Sao Paulo en su balance actualizado.
Unos 50 efectivos siguen trabajando entre el amasijo de hierros en que quedó convertido el fuselaje del avión, que impactó sobre un jardín en un complejo residencial, según las autoridades.
El Alcalde de Vinhedo informó en la mañana de este sábado que los dos cuerpos identificados corresponden al piloto y el copiloto.
Se espera que “para el final del día todos los cuerpos hayan sido retirados”, dijo Carlos Palhares, director del Instituto Nacional de Criminalística de la Policía Federal, en el lugar.
Los vecinos del condominio de casas enclavado en un apacible entorno arbolado describieron escenas de terror al haber visto el avión desplomarse en caída libre a pocos metros de distancia. Pese a impactar en el patio de una casa, ningún vecino resultó herido.
“Fue una sensación de pánico, de impotencia, fue realmente muy, muy triste”, declaró a la AFP Roberta Henrique, de 38 años, presidenta de la asociación de vecinos del Residencial Recanto Florido, donde cayó el avión.
Voepass, la aerolínea que operaba el vuelo, confirmó este sábado que en el avión viajaban 62 pasajeros y tripulantes.
Todos embarcaron con documentos brasileños, informó la empresa, aunque no descartó que algún pasajero tuviera doble nacionalidad.
El ministerio de Relaciones Exteriores de Portugal dijo a través de su cuenta de X que había una ciudadana portuguesa entre los fallecidos.
La aeronave del constructor franco-italiano ATR viajaba de Cascavel, en el estado de Paraná (sur), al aeropuerto internacional de Guarulhos, en Sao Paulo.
De acuerdo con el sitio de seguimiento de vuelos Flight Radar 24, el avión voló durante casi una hora a 17.000 pies (5.180 metros) hasta que a las 13H21 locales (16H21 GMT) empezó a perder altitud y apenas un minuto después tuvo una caída brusca hasta los 4.100 pies (1.250 metros).
Según la Fuerza Aérea Brasileña, la aeronave perdió contacto con el radar a las 13H22 locales y la tripulación en ningún momento “declaró una emergencia ni estar bajo condiciones meteorológicas adversas”.
El Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos de Brasil (Cenipa) ya está analizando en Brasilia las cajas negras que contienen grabaciones de la cabina y datos del vuelo.
Esas “importantes informaciones nos podrán contar lo que ocurrió en este trágico evento”, dijo el brigadier Marcelo Moreno, jefe del Cenipa. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, decretó tres días de luto en el país.
Con información de AFP