Varios responsables y empleados de una funeraria fueron arrestados por la policía española por falsificar documentación para retirar cadáveres de hospitales y residencias de ancianos para venderlos ilegalmente a universidades.
La organización criminal ofrecía los cuerpos a un precio de alrededor de 1.200 euros y buscaba personas fallecidas sin seres queridos, preferiblemente extranjeros, para evitar que los familiares fueran a buscar sus restos.
La investigación comenzó a principios de 2023 después de que los agentes se dieron cuenta de que una funeraria específica habría retirado el cadáver de un fallecido de la morgue de un hospital de manera irregular. Allí se hicieron falsificaciones en el libro registro del fallecido y en la documentación proporcionada al Registro Civil.
Según la Policía, el fallecido debería haber sido sepultado en un sepelio de beneficencia financiado por la alcaldía de Valencia, sin embargo, fue vendido sin la aprobación de ningún familiar o allegado.
Por otra parte, los agentes de policía encontraron otro caso relacionado con el mismo proceso, en el que encontraron el cuerpo de un fallecido en una residencia de ancianos, y descubrieron irregularidades en las incineraciones de cuerpos.
Pero las irregularidades no paran hay, los agentes descubrieron que la funeraria habría cobrado 5.040 euros a una universidad por once incineraciones que nunca fueron realizadas o que los cuerpos eran incinerados junto a otros para ahorrarse el costo.
Parece que los investigadores utilizaban la disección de los cuerpos para colocarlos en ataúdes de otros fallecidos, lo que les permitía ahorrar dinero al cremar varios cadáveres en una solo proceso.
Por el momento los capturados enfrentan su proceso judicial por estos delitos y se espera que en los próximos días se dé a conocer la sentencia que dicte un juez.