La vida de Sarah y su hijo Thomas en Inglaterra, se ha vuelto una historia viral en redes sociales y brinda una enseñanza para aquellas personas que hoy tienen bebés y puedan detectar un cáncer a tiempo.
Esta historia fue contada por el Childhood Eye Cancer Trust (Chect) y narra la lucha contra el cáncer del bebé, que con tan solo 15 semanas de nacido ya tenía un diagnóstico de (retinoblastoma), cáncer en el ojo, todo gracias a la perspicacia de su mamá.
La mujer narró para el blog de la organización benéfica que descubrió la afección de su hijo mientras estaba cocinando y por un reflejo de luz.
“Mi hija sostenía a Thomas en sus brazos mientras yo cocinaba y noté que su ojo parecía el de un gato. No pude volver a verlo así que me pregunté si era sólo la iluminación. Estaba dando vueltas en mi mente, así que al día siguiente moví a Thomas a diferentes habitaciones cerca de la iluminación y finalmente lo vi de nuevo”, aseguró.
¿Qué es y qué provoca el retinoblastoma?
Según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, es una enfermedad por la que se forman células cancerosas en los tejidos de la retina.
La retinoblastoma se presenta de forma hereditaria y no hereditaria, mayoritariamente en los niños. Quienes que tengan antecedentes de esta deben hacerse exámenes de los ojos para determinar si la padecen.
¿Cómo saber si un niño tiene retinoblastoma?
Según el portal especializado Mayo Clinic, el retinoblastoma puede notarse si la pupila se ve blanca cuando se ilumina el ojo, por ejemplo, con el ‘flash’ de una fotografía. Además, puede parecer que los ojos miran en direcciones diferentes.
Frente a esto, Sarah había oído algo sobre el ‘flash’ de una cámara y por eso decidió tomar fotos de los ojos de su pequeño con el celular, una decisión que fue bastante acertada.
Thomas pasó por un diagnóstico nada fácil, tuvo que esperar el concepto de especialistas y finalmente determinaron que debía recibir quimioterapia.
El menor recibió seis rondas de quimioterapia en total, además de tres transfusiones de sangre, infusiones de potasio y magnesio, dos transfusiones de plaquetas y dos infecciones por sepsis. No se le tuvieron que extirpar los ojos puesto que la detección del cáncer se hizo a tiempo.