Una idea que parece sacada de una película de ciencia ficción, así es el nuevo proyecto de un grupo de científicos, quienes buscan construir un ascensor espacial, un vehículo que al parecer viajará más de 10.000 kilómetros desde la superficie, permitiéndole a los seres humanos salir del espacio terrestre de una manera cómoda, segura y aparentemente más rentable.
Constantin Tsiolkovsky, reconocido como ‘el padre de la cosmonáutica soviética’, ya había propuesto esta idea en 1895, proponiendo la construcción de una torre de 35.786 kilómetros de altura, una estructura que permitiría colocar objetos en la órbita geoestacionaria de la Tierra sin la necesidad de cohetes.
A lo largo de los años, este concepto ha sido revisado por los científicos, enfrentando desafíos técnicos aparentemente insuperables, como la falta de materiales lo suficientemente resistentes para construir una estructura de esa magnitud.
Uno de los ejemplos más claros, y que al parecer están más avanzados, son los esquemas del ascensor espacial desarrollados por la Obayashi Corporation, una empresa japonesa que planea comenzar su construcción para el año 2050, la cápsula tendrá capacidad para hasta 30 personas y se desplazará a una velocidad de 200 km/h, propulsada por la energía de un motor eléctrico.
Por su parte, dos investigadores de las universidades de Cambridge y Columbia, Zephyr Penoyre y Emily Sandford, han presentado una propuesta llamada ‘Spaceline’ (Cable espacial), que al parecer será “viable con la actual tecnología”.
Este modelo implica anclar un cable en la Luna que se extienda hacia la zona de gravedad de la Tierra. Este cable, según los investigadores, tendría características particulares, entre ellas es que deberá ser estrecho en los extremos para evitar colapsos por presión gravitacional y se ensancharía en el centro para prevenir roturas.
Esta característica única permitiría a los astronautas prescindir de la necesidad de generar un impulso muy fuerte para abandonar la órbita terrestre. En lugar de eso, simplemente tendrían que alcanzar el extremo inferior del Cable Espacial.
De acuerdo con a revista Futurism, una vez allí, una nave espacial se acoplaría a un transbordador impulsado por energía solar que ascendería a lo largo del cable.
Zephyr Penoyre explicó a la publicación que este cable sería similar en concepto a los primeros ferrocarriles, facilitando significativamente el transporte de personas y suministros en comparación con los tradicionales viajes espaciales.