El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) se mostró martes “indignado” por la muerte de dos de sus colaboradores en bombardeos israelíes en Líbano.
El ACNUR “está indignado y profundamente entristecido por la muerte de dos miembros muy apreciados” de la organización en el Líbano, declaró en un comunicado.
Se trata de Dina Darwiche, empleada de ACNUR que se encontraba en un edificio “alcanzado por un misil israelí” el lunes, y de Ali Basma, empleado de la municipalidad de Ain Baal y temporario de ACNUR en el sur del Líbano.
El municipio precisó que Basma formaba parte de las personas que murieron cuando un edificio fue “blanco” de bombardeos israelíes.
Por su parte, el movimiento islamista palestino Hamás reclamó una “acción inmediata” de la ONU para poner fin a la guerra en Gaza y señaló su rechazo a nuevas negociaciones, alegando que estas darían a Israel “una cobertura para continuar su agresión”.
“Exigimos medidas inmediatas para poner fin a la agresión israelí y a la guerra genocida contra nuestro pueblo en la Franja de Gaza” y “afirmamos” el rechazo a “entablar nuevas negociaciones que darían a la ocupación una cobertura para continuar su agresión”, escribió Hamás, en el poder en Gaza, en un mensaje dirigido al secretario general de la ONU, Antonio Guterres.