Estados Unidos prohibió la entrada al país al expresidente panameño Juan Carlos Varela “por su implicación en corrupción significativa”, informó este jueves el jefe de la diplomacia estadounidense Antony Blinken.
Varela, de 59 años, “aceptó sobornos a cambio de la adjudicación indebida de contratos públicos mientras ocupaba el cargo de vicepresidente y luego de presidente de Panamá”, afirma Blinken en un comunicado.
El secretario de Estado afirma que Estados Unidos se propone “combatir la corrupción endémica en Panamá” porque si no se aborda “seguirá debilitando la prosperidad” y la democracia.
Varela reaccionó en Twitter. “Como Presidente de la República de Panamá, gestioné con transparencia más de $20,000 millones en obras que hoy sirven al pueblo panameño. Fui un presidente honesto de un país digno y soberano, haré todo lo que tenga que hacer para defender mi honra y la de mi familia”, dijo en la red social.
La acusación de Varela
En noviembre de 2022, la justicia panameña ya decidió llevarlo a juicio por presunto blanqueo de capitales de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.
Según las acusaciones, el Partido Panameñista (derecha) que dirigía este empresario productor de ron habría recibido 10 millones de dólares de la compañía brasileña.
Varela, que espera el juicio en libertad, reconoció haber recibido dinero de Odebrecht para su campaña de 2009, pero no mientras fue presidente.
Sin embargo, la fiscalía asegura que Varela también recibió pagos “cuando ya mantenía el cargo de presidente” y cuando era vicepresidente, en momentos en que Odebrecht se beneficiaba con la adjudicación de contratos.
El político asumió la vicepresidencia de 2009 a 2014 y la presidencia desde ese año hasta 2019.
Esta es la segunda vez este año que Washington veta a un expresidente panameño. En enero tomó esa medida contra el expresidente Ricardo Martinelli, también imputado por el caso Odebrecht y recientemente juzgado por otro escándalo.
*Con información de AFP.
Cheques y contratos que prueban el pago de Odebrecht a Daniel García Arizabaleta
Daniel García Arizabaleta, el exdirector del Invías, se comprometió a entregar informaciones con las que se reabrirán las investigaciones por el escándalo de corrupción de la firma Odebrecht en Colombia. En ese sentido, García Arizabaleta pasó de ser acusado a convertirse en testigo en la nueva línea de investigación de este caso.
De acuerdo a lo informado por SEMANA, esto representa la reactivación de varios capítulos que terminaron inconclusos y que en su momento habrían sido sepultados por el Consejo Nacional Electora. Por lo tanto, aún habría mucho por conocer sobre la financiación de la campaña del expresidente Juan Manuel Santos, y en el caso de García Arizabaleta, sobre la de Óscar Iván Zuluaga.
Son doce los cheques que fueron girados entre el 30 de junio del año 2009 y el 2 de diciembre del 2013, los cuales tendrían un valor cercano a los 260 millones de pesos, suma que habría sido la piedra angular para la vinculación de García Arizabaleta.
Más allá de que estos documentos estuvieran en poder de la Fiscalía General desde el 2016, solo hasta enero del 2022 se tomó la decisión de llamar a imputar cargos al exdirector del Invías. Por su parte, Eduardo José Zambrano Caicedo, en su condición de representante legal de la firma Consultores Unidos, señaló a García Arizabaleta en una declaración entregada a la propia Fiscalía, en 23 de mayo del 2021.
“García Arizabaleta, luego de su salida del Invías, se dedicó a realizar asesorías para Odebrecht Colombia, y señala puntualmente que dicha actividad consistía en efectuar lobby ante las entidades del Estado”, indicó Zambrano Caicedo.
Sin embargo, algo que resultó contundente y que acompañó las pruebas existentes, fue lo dicho por Zambrano en esta misma diligencia: “Los pagos que realizaba Odebrecht al señor García Arizabaleta por estos servicios de lobby los realizaron durante los años 2012 y 2013, a través de su firma Consultores Unidos, empresa en donde Odebrecht consignaba valores y desde donde se giraban los pagos en cheque a García Arizabaleta, con base en contratos presuntamente ficticios”.
Pese a que tanto en la imputación y la acusación, García Arizabaleta manifestó que era inocente al asegurar que este caso se trataba de una “retaliación política”, lo ocurrido esta semana sorprendió, pues este hombre cerró un principio de acuerdo con la Fiscalía General. En esta negociación se comprometió a ser testigo y entregar todo tipo de detalles sobre los nexos de la clase política con la firma Odebrecht, poniendo por encima el nombre del excandidato presidencial Óscar Iván Zuluaga.