En la tarde de este sábado 16 de septiembre, una avioneta se precipitó a tierra y chocó con el suelo en el sector de Barcelos, un municipio brasileño ubicado al norte de la Amazonía.
El gobernador del estado de Amazonas, en Brasil, Wilson Miranda Lima, le confirmó al medio local Globo que en el accidente aéreo perdieron la vida 14 personas que viajaban en el interior de la aeronave, entre las cuales se indicó que iban ciudadanos brasileros.
Asimismo, dos de las personas fallecidas eran tripulantes de la nave. “Nuestros equipos están trabajando desde el principio para brindar el apoyo necesario. A familiares y amigos, mi solidaridad y oraciones”, manifestó el gobernador.
Por su parte, también habló el alcalde de la pequeña ciudad de Barcelos, Edson Mendes, quien reveló que, de forma preliminar, se tiene la información de que entre las víctimas también podrían estar algunos ciudadanos estadounidenses. Sin embargo, fue claro al enfatizar que esto aún no estaba confirmado.
Sí indicó que las 14 personas en mención eran todas las que viajaban en la aeronave, por lo que no hubo sobrevivientes del accidente. El alcalde explicó que el procedimiento indica que los cuerpos deben ser rescatados llevados a la ciudad de Manaos, desde donde partió la avioneta.
Este proceso podría realizarse recién este domingo, agregó Mendes, esto debido a los fenómenos climáticos que han estado arreciando en el territorio de Barcelos y sus alrededores en los últimos días.
Mientras tanto, los cuerpos tendrán que permanecer en el interior de un auditorio escolar en la pequeña ciudad, ya que el Instituto de Medicina Forense de la misma no cuenta con la infraestructura consistente en cámaras frías para salvaguardar el estado de las víctimas.
La aeronave accidentada es un turbohélice bimotor modelo EMB-110 “Bandeirante”, de Embraer, con capacidad para 18 pasajeros. El motivo por el cual había partido de la ciudad de Manaos a Barcelos en un viaje de cerca de 400 kilómetros era para llevar a cabo un paseo de pesca que había sido pagado por los turistas a bordo.
El piloto de la nave no habría podido maniobrar y se habría estrellado pocos kilómetros antes de llegar, según la versión preliminar que se maneja desde las fuentes oficiales, debido a las mismas lluvias que se estaban registrando con fuerza en ese momento, lo que habría causado turbulencia y le habría restado visibilidad.
“Debe haber tocado el suelo en una parte más fangosa y no había las condiciones necesarias. En teoría, fue un aterrizaje fallido”, explicó el gobernador Lima a Globo.
El coronel de policía Vinícius Almeida, secretario de Seguridad Pública de la Amazonía, también movía su declaración en esa dirección. Sostuvo que cuenta con información extraoficial que indica que en los momentos previos al accidente, otras dos aeronaves que ya estaban en aire había tomado la decisión de cancelar sus trayectos y regresar a la ciudad de Manaos.
Esto con el argumento de que el aeropuerto de Barcelos no contaba con la seguridad suficiente para el aterrizaje por la lluvia, la cual habría generado además fallas en la electricidad de la ciudad y las comunicaciones.
Aun así, desde el Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos (CENIPA) informaron por medio de un comunicado que se está investigando el desastre a fondo a fin de determinar todos los detalles de lo ocurrido.
De hecho, a Barcelos se trasladará un equipo del Ejército Aéreo, acompañado con expertos y delegados, con la intención de abordar dicha investigación. Entre los aspectos a dilucidar se encuentran la operación de la avioneta en el aire, la longitud de la pista en Barcelos, el viento que se presentaba en el momento del accidente y las condiciones climáticas que debía sortear el piloto.