Dos explosiones con carros bomba sacudieron la tranquilidad de Quito en la madrugada del jueves 31 de agosto, dejando a la población en un estado de conmoción. Los estallidos y los vehículos incendiados alteraron una zona comercial de la ciudad, y una de las detonaciones tuvo lugar en el recinto de una universidad.
En medio de un clima de violencia que está afectando a Ecuador, la capital del país, Quito, se convirtió en el escenario de dos ataques con carros bomba que, en este momento, están bajo la lupa de las autoridades investigadoras. El primer incidente ocurrió en el centro norte de la ciudad, con una serie de cuatro explosiones, seguido por el segundo en las cercanías de la Universidad Salesiana.
Los videos que se han difundido a través de las redes sociales revelan que el primer vehículo implicado en la explosión estaba cargado con dos cilindros de gas y dispositivos explosivos, lo que generó una ola de temor y desconcierto entre los ciudadanos ecuatorianos.
En una primera reacción, la Policía Nacional de Ecuador informó que se trataba de un incendio en un vehículo. Sin embargo, el general Pablo Ramírez proporcionó detalles adicionales al señalar que el incidente fue, en realidad, un presunto atentado debido a la presencia de elementos explosivos en el automóvil.
Un colombiano capturado
El mismo general Ramírez confirmó a los medios de comunicación que se habían realizado seis detenciones de personas, quienes se presume estarían relacionadas con la explosión del carro bomba en la avenida 9 de octubre y Robles. Junto al vehículo, se encontraron dispositivos explosivos y cilindros de gas.
“Las personas detenidas son seis en total, cuatro de nacionalidad ecuatoriana y una de nacionalidad colombiana, y cuentan con antecedentes por extorsión, robo y asesinato”, declaró el alto oficial ecuatoriano.
Primer bombazo
La primera explosión se produjo a la 1:36 a. m., generando un caos repentino y una oleada de preocupación entre los residentes de la zona afectada.
Los estallidos iniciales se tradujeron en llamas que se elevaron en algunos sectores cercanos, creando una escena impactante de fuego y humo en medio de la oscuridad. Los habitantes de barrios como La Mariscal y La Carolina describieron cómo los estruendos de las detonaciones fueron seguidos de los aullidos de las sirenas de emergencia.
Las primeras informaciones proporcionadas por las autoridades sugieren que el incidente fue altamente disruptivo, despertando a la población con un sobresalto en medio de la noche.
Otra explosión
Videos compartidos en las redes sociales capturaron el momento en que una explosión sacudió el área cercana a la Universidad Salesiana, generando una nueva ola de temor y desconcierto entre los residentes de la ciudad.
La secuencia de eventos que llevaron a la segunda explosión sugiere un patrón de violencia en curso que ha mantenido a la población en estado de alerta.
Qué hay detrás de los atentados
Estos incidentes, lamentablemente, no son aislados, ya que ataques similares han ocurrido previamente en la misma ciudad el año pasado, así como en Guayaquil, subrayando la persistente problemática de la violencia en el país.
El general Pablo Ramírez ha especulado acerca de los posibles motivos detrás de este atentado, sugiriendo que podría estar relacionado con represalias del crimen organizado.
Una de las teorías que se maneja es que estos ataques podrían ser en respuesta a traslados de presos entre diferentes cárceles que se llevaron a cabo el mismo día.
En ese sentido, se realizó una operación conjunta entre la Policía y las Fuerzas Armadas en la prisión de Latacunga, ubicada en la provincia andina de Cotopaxi. Esta intervención habría desencadenado motines en otras cárceles del país, incluyendo Cuenca y Azogues, capitales provinciales de Azuay y Cañar, respectivamente.
Lo que se encuentra en el centro de estas operaciones es la presencia de bandas criminales dentro del sistema penitenciario ecuatoriano, en particular una conocida como Los Lobos.
Estas cárceles involucradas en los eventos recientes se sospecha que están bajo la influencia de esta banda, lo que ha llevado a las autoridades a actuar enérgicamente para desmantelar tales redes y prevenir futuros episodios de violencia.