Los incendios forestales en Canadá siguen generando inconvenientes en varias ciudades de Estado Unidos, lo que obliga a las autoridades a tomar medidas y entregar recomendaciones a los habitantes para evitar afectaciones mayores, especialmente en la salud.

Las mayores complicaciones se tienen en Washington y Nueva York, por ahora también en el noreste se prenden las alarmas en este sentido por la calidad del aire debido a la expansión del humo que es potencialmente dañino.

La neblina humeante de los incendios forestales en Canadá disminuye la visibilidad del edificio Chrysler el 7 de junio de 2023 en la ciudad de Nueva York. | Foto: 2023 Getty Images

Sobre este hecho puntal la NASA emitió un comunicado en el que confirma que esta nube de humo fue detectada por los satélites y que el mismo se desvió hacia el sur el este de ese país norteamericano. Puntualmente Ryan Stuffer, científico, indicó que la lo que se está viviendo actualmente en materia de contaminación por humo es la más significativa desde julio de 2002″.

Reitera que este fenómeno meteorológico es conocido como baja presión y en este momento afecta de forma más significativa la superficie de Nueva York hasta DC donde la alcaldesa indicó que el nivel de alerta subió al más alto que es el color púrpura.

De otro lado Joe Biden, presidente de Estados Unidos le solicitó a los ciudadanos seguir las instrucciones de las autoridades locales y revisar periódicamente la calidad del aire y mantenerse seguros.

Una de las situaciones más complejas se registró el jueves, 8 de junio, cuando los residentes de Washington despertaron con un olor agrio y cielos teñidos de naranja, situación que la llevó a que la Agencia de Protección del Medio Ambiente clasificara partes de la región del Atlántico medio en Código Rojo Oscuro, la categoría más alta del índice de calidad del aire y que advierte de condiciones peligrosas.

De acuerdo con las autoridades locales y expertos, esto ha convertido a algunas zonas de Estados Unidos en las más contaminadas del mundo, peor que ciudades del sur de Asia y China que normalmente dominan las clasificaciones mundiales. No se espera que la situación mejore hasta el fin de semana.

Una neblina humeante de los incendios forestales en Canadá envuelve la Estatua de la Libertad en Upper Bay el 7 de junio de 2023 en la ciudad de Nueva York. | Foto: 2023 Getty Images

“La calidad del aire de hoy es extremadamente insalubre”, tuiteó el Departamento de Energía y Medio Ambiente de la ciudad de Washington. “El público en general puede experimentar efectos sobre la salud y los grupos sensibles pueden tener problemas más graves”.

En el transporte público, pasajeros usaban máscaras N95 y el Zoológico Nacional cerró para cuidar “a los animales, nuestro personal y nuevos visitantes”, según comunicado.

En Washington, un evento por el mes del Orgullo Gay fue cancelado, al igual que un partido de béisbol profesional. Las escuelas públicas suspendieron todas las actividades al aire libre, lo que incluye ejercicios físicos y competencias.

Lo que se ha conocido hasta el momento es que más de 100 millones de personas se encuentran bajo alerta por aire insalubre en Estados Unidos, así lo informó a la AFP la agencia de protección ambiental (EPA).

Estas alertas abarcan la mayor parte del noreste de Estados Unidos, desde Chicago hasta Atlanta, donde la calidad del aire “se ve afectada principalmente por los incendios canadienses, aunque otras emisiones contaminantes locales y la meteorología también pueden desempeñar un papel”, especificó la agencia.

Una persona toma fotos del horizonte mientras el humo de los incendios forestales en Canadá causa condiciones de niebla en la ciudad de Nueva York el 7 de junio. | Foto: AFP or licensors

Las poblaciones afectadas se encuentran bajo ‘alerta naranja’, que conlleva un posible impacto para la salud de las personas más vulnerables como los ancianos, los asmáticos o los niños, o incluso superior. Numerosas ciudades, como Nueva York y Washington, se hallan bajo alerta roja, un nivel en el que los efectos de la mala calidad del aire pueden afectar a la población en su conjunto y no solo a las personas más frágiles.

El viento ha llevado el humo desde la provincia canadiense de Quebec, epicentro de incendios forestales que devoran gran parte de Canadá. La EPA aconseja a las personas que viven en las zonas afectadas que reduzcan la exposición limitando las actividades al aire libre y presten atención “a cualquier síntoma de salud” si padecen asma, enfermedades cardiacas o en caso de embarazo.