El año nuevo llegó con una tragedia para Japón, debido a que un sismo de 7,5 de magnitud sacudió el territorio, dejando varias personas muertas y otras atrapadas en los escombros.
Ahora, las autoridades luchan incansablemente para rescatar a las personas que sobrevivieron, pero las labores se han dificultado por las inclemencias.
El gobierno del primer ministro Fumio Kishida tenía previsto celebrar una reunión de emergencia la mañana del miércoles para discutir la respuesta a la tragedia.
Kishida insistió la noche del miércoles que “es una carrera contra el tiempo” dada la cantidad de personas atrapadas en los edificios colapsados, según la red NHK.
La Agencia Meteorológica Japonesa (JMA) emitió una alerta de fuertes lluvias para Noto, aumentando la urgencia de los operativos. “Estén atentos a deslizamientos hasta la noche del miércoles”, señaló la agencia.
Pero se teme que el saldo aumente, en momentos en que los trabajadores buscan entre los escombros en medio del mal tiempo y las réplicas del sismo. Más de 31.800 personas se encontraban en refugios.
En la ciudad costera de Suzu, el alcalde Masuhiro Izumiya dijo que “casi no quedan casas en pie”. “Cerca del 90% de las casas (del pueblo) están completamente o casi completamente destruidas. La situación es realmente catastrófica”, declaró el alcalde, citado por la red TBS.
Una mujer en un refugio de la localidad de Shika dijo a TV Asahi que no había podido dormir por las réplicas. “He estado con miedo porque no sabemos cuándo será el próximo sismo”, expresó.
Casi 34.000 casas seguían sin electricidad en la prefectura de Ishikawa, según la empresa energética local, mientras varias ciudades están sin agua.
Los trenes bala y las autopistas volvieron a abrir luego de que miles de personas quedaron varadas, algunas por hasta 24 horas.
El sismo tuvo una magnitud de 7,5 según el Servicio Geológico de Estados Unidos, mientras que la JMA lo situó en 7,6.
La agencia japonesa precisó que más de 210 movimientos telúricos sacudieron la región hasta la noche del martes.
El sismo generó advertencias de tsunami, y provocó olas de al menos 1,2 metros que azotaron la ciudad de Wajima, pero las alarmas fueron levantadas el martes.
Japón vive cientos de temblores cada año, la mayoría de los cuales no causan daños.
El número de terremotos en la península de Noto ha crecido de manera sostenida desde 2018, según un informe gubernamental del año pasado.
*Con información de AFP*