Un hospital en la Franja de Gaza afirmó el jueves que el saldo mortal de un bombardeo israelí a una escuela de la agencia para los refugiados palestinos (UNRWA) , que según el ejército albergaba una “base de Hamás”, subió a 37.
El hospital Mártires de Al Aqsa en Deir al Balah indicó que recibió “37 mártires” del ataque, cifra muy por encima de las 27 víctimas mortales que previamente habían sido anunciadas.
La UNRWA, que coordina casi toda la ayuda para Gaza, estuvo en el centro de una tormenta diplomática y al borde del colapso luego de que Israel acusara en enero a una docena de sus 13.000 empleados en Gaza de estar implicados en el ataque de Hamás del 7 de octubre, que desató la actual guerra.
Ello llevó a numerosos países, incluido Estados Unidos, su principal fuente de recursos, a suspender el financiamiento de la agencia, amenazando el suministro de ayuda a Gaza. Varios países retomaron posteriormente el financiamiento.
El director de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, reiteró que el bombardeo lanzado por Israel contra una de sus escuelas en Gaza fue “sin previo aviso” a los miles de desplazados refugiados en las instalaciones.
“Otra escuela de la UNRWA convertida en refugio atacada”, escribió Lazzarini en la red social X en un mensaje en el que añadió que la agencia había comunicado a las fuerzas israelíes las coordinadas del edificio.
¿Una base del grupo terrorista Hamás
Por su parte el ejército israelí reivindicó el bombardeo aéreo contra la escuela de la agencia de la ONU con el argumento de que albergaba “una base de Hamás”.
“Aviones de combate del ejército (...) realizaron un ataque preciso sobre una base de Hamás situada en el interior de una escuela de la UNRWA en la zona de Nuseirat”, dijo el ejército israelí, que informó de “varios terroristas muertos”.
“Terroristas de Hamás y de la Yihad Islámica (...) que habían participado en el ataque mortífero contra las comunidades del sur de Israel el 7 de octubre operaban en este recinto”, afirmó.
Las autoridades de este hospital dijeron con anterioridad que la “avería de uno de sus generadores eléctricos” complicaba el tratamiento de pacientes vulnerables y podía provocar “una catástrofe humanitaria”.
Antes del último ataque en Nuseirat, el centro había recibido desde el martes “al menos 70 muertos y más de 300 heridos, en su mayoría mujeres y niños, por bombardeos israelíes en las zonas centrales de la Franja de Gaza”, dijo la oenegé Médicos Sin Fronteras (MSF).
“El olor a sangre en la sala de urgencias esta mañana era insoportable. Hay gente tendida por todos lados, por el suelo, fuera. Traen los cuerpos en bolsas de plástico. La situación es insostenible”, publicó en la red social X la coordinadora de MSF en Gaza, Karin Huster.