El Papa Francisco anunció que el italiano Carlo Acutis será proclamado santo durante el Jubileo de los Adolescentes, que tendrá lugar en Roma del 25 al 27 de abril de 2025.
En un comunicado posterior, el Arzobispo de la diócesis de Asís, monseñor Domenico Sorrentino, especificó que la canonización de Acutis está prevista para el domingo 27 de abril, a las 10.30 de la mañana en la Plaza de San Pedro.
La fecha de canonización deAcutis ha sido esperada con entusiasmo desde que el pasado 23 de mayo el Pontífice aprobó el milagro atribuido a su intercesión: “Valeria Valverde, de 21 años de Costa Rica, sobrevivió milagrosamente a un grave accidente de bicicleta que le dejó al borde de la muerte con un gravísimo traumatismo craneal”.
Conocido por muchos como el ‘influencer de Dios’, “cuya vida y amor por la Iglesia y la Eucaristía traspasó fronteras, será elevado a los altares en uno de los días en los que adolescentes de todo el mundo peregrinan a Roma en el marco del Año Jubilar”, indicó el portal oficial católico Aciprensa.
Y agregó que Carlo “ha inspirado a jóvenes de todo el mundo por su profundo compromiso por la fe y su capacidad para acercar el mensaje de Cristo a las nuevas generaciones a través de internet”.
El futuro santo falleció a causa de leucemia el 12 de octubre de 2006 y, según su deseo debido a su amor por San Francisco, fue enterrado en Asís.
Fue declarado Venerable en 2018 y Beato el 10 de octubre de 2020 por el Santo Padre. Se esperaba que su canonización fuera anunciada en octubre pasado, con ocasión del día de San Francisco, pero El Vaticano anunció que se daría durante el Jubileo de los Adolescentes.
Pero los jóvenes de todo el mundo, reunidos en Roma en julio del próximo año, podrán presenciar también la canonización del Beato pier Giorgio Frassati, otro joven italiano conocido por muchos como el ‘patrono de los montañeros.
Frassati, quien murió a la edad de 24 años en 1925, es amado por muchos jóvenes católicos por su entusiasta testimonio de santidad que alcanza “las alturas”.
Nacido en Turín, dice Aciprensa que “era un ávido montañero y dominico de la tercera orden, conocido por sus obras de caridad” y fue declarado beato por San Juan Pablo II en 1990.