Un triste hecho de xenofobia quedó documentado a través de redes sociales, cuando una joven maltrató y humilló a un hombre, conductor de Uber, que la transportaba.
El hecho ocurrió en Santiago de Chile, de donde es procedente la joven mujer, quien ante el pedido del conductor venezolano Deivis Agüero, de sentarse en la silla del copiloto para evitar amonestaciones por parte del tránsito, comenzó a insultarlo, y posteriormente a agredirlo.
La excusa de la mujer fue que el conductor quería obligarla a sentarse adelante, para ver sus piernas. Los insultos comenzaron a escalar cuando esta llamó a alguien, y le dijo que el conductor quería acosarla sexualmente. Posteriormente, y mientras le decía que se callara, la joven le golpeó el rostro al conductor, quien solo siguió el trayecto y no volvió a dirigirle la palabra.
-“¿Se puede montar adelante hija? Es que mi amor lo que pasa es que están fiscalizando mucho, por eso se lo estoy diciendo”, comenzó por decirle Deivis Agüero a la mujer, ante la evidente molestia de la pasajera.
-“Me hizo sentar adelante por mirarme las piernas”, respondió ella.
- “No me trate así porque yo no se lo estoy diciendo a mal”, si quiere entonces bájese”, continuó Agüero.
- “Llévame. Voy a llamar a los carabineros”.
- “Llame los carabineros, usted me está tratando mal”.
- “Lévame weon”
-“Cállate concha de tu Madre”, le decía la mujer a la vez que le golpeaba el rostro.
- “Señora no me golpee”, fueron las últimas palabras que le dirigió el conductor, visiblemente frustrado.
- “Cállate y llévame a mi destino”, fueron las palabras de la agresiva joven, quien le dijo que lo golpeaba las veces que fuera si quería, y quien incluso llegó a amenazarlo con un “fierro”.
Durante la agresión, el hombre manifestó que sintió “miedo por su vida”, pues la joven dijo en la conversación con el sujeto, al otro lado del teléfono, que a los venezolanos había que regresarlos a su país. “Estas lacras las tienen que matar weon”, se atrevió a decir.
El clip, que se ha hecho viral por lo xenófobo y denigrante, ha dejado comentarios de todo tipo, incluso amenazas para la mujer que, sin el más mínimo pudor, agredió al respetuoso conductor.
En una posterior entrevista, el hombre dijo que mientras conducía, solo quería llegar rápido, temiendo que a su llegada la esperara alguien. “Ella estaba hablando con alguien”.
“Yo no pensé que esa niña me fuera a decir eso. Sin embargo, me porté como tiene que ser. Jamás pensé que ella me fuera a dar un golpe”, dijo el conductor, quien puso la denuncia ante las autoridades, y mencionó que en cinco años en Chile, nunca había tenido problemas con la xenofobia.
Lo más irónico del caso, fue que la joven chilena se dio cuenta de que al interior del vehículo había una cámara grabando todo el trayecto.
Al respecto, muchos chilenos ofrecieron disculpas a la comunidad venezolana y repudiaron el hecho, aceptando que son muy pocos los chilenos que se comportan así, pero que no los representan.