Las autoridades en la ciudad de Shenzhen, en China, prohibieron el consumo de carne de perros y gatos, y animales silvestres, con el fin de evitar la aparición de enfermedades como el coronavirus que ya deja más de un millón de personas contagiadas desde que inició la emergencia sanitaria.

La localidad implementó la restricción nacional que entraría en vigencia en el territorio a partir del próximo primero de mayo. Su incumplimiento tendrá sanciones económicas de hasta 19 mil euros, es de cir unos $84 millones, aproximadamente.

De acuerdo con las autoridades en China, el origen del virus, detectado en diciembre de 2019 en Wuhan, fue rastreado hasta un mercado de alimentos donde se comercializaban animales silvestres como pangolines y civetas, además de alimentos convencionales como pollo y pescado.

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En el sur de China el consumo de animales silvestres es muy popular. Las autoridades sanitarias del gigante asiático estiman que personas que comieron animales silvestres o trabajaron con ellos en zonas cercanas a Shenzhen fueron los primeros en contraer y el síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en inglés) en 2002 y 2003, después de contagiarse con murciélagos infectados.

Además en esta región es habitual el consumo de productos alimenticios derivados de carne de víboras, lagartos y otros. El consumo de animales domésticos de restringió por motivos humanitarios, aunque por mucho tiempo esa ha sido una especialidad local.