El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el lunes una resolución que apoya la propuesta de un alto el fuego en Gaza, en medio de una intensa campaña diplomática liderada por Estados Unidos para presionar a Hamás a que acepte un acuerdo.
El texto redactado por Estados Unidos, que contó con 14 votos a favor y la abstención de Rusia, “saluda” una propuesta de tregua y liberación de rehenes anunciada el 31 de mayo por el presidente Joe Biden.
La resolución también asegura que Israel ya “aceptó” el plan e insta al movimiento islamista palestino Hamás a “que también la acepte y a las dos partes a aplicar plenamente sus términos, sin demora y sin condiciones”.
Hamás dijo el lunes que “saluda” el voto del Consejo de la ONU a favor de la tregua. El movimiento “saluda la resolución del Consejo de Seguridad (...) [y] desea reafirmar su disposición a cooperar con los hermanos mediadores para entablar negociaciones indirectas sobre la aplicación de estos principios”, indicó Hamás en un comunicado.
Tras ocho meses de conflicto, el plan prevé en una primera fase un cese el fuego de seis semanas acompañado de un repliegue de Israel de las zonas densamente pobladas de Gaza, la liberación de ciertos rehenes secuestrados durante el ataque de Hamás y de prisioneros palestinos detenidos por Israel.
Estados Unidos ha sido muy criticado por bloquear en el pasado varios proyectos de resolución que pedían un alto el fuego en Gaza.
Pero Biden lanzó el mes pasado un nuevo esfuerzo para lograr un acuerdo. “Hoy hemos votado por la paz”, afirmó la embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield.
“Este Consejo le envió un mensaje claro a Hamás: acepten el acuerdo de alto el fuego que está sobre la mesa. Israel ya ha aceptado este acuerdo y los combates podrían detenerse hoy si Hamás hiciera lo mismo”, declaró.
Sin embargo, el acuerdo sigue siendo incierto, ya que los representantes de Hamás han insistido en que un acuerdo de alto el fuego debe garantizar el fin permanente de la guerra, un pedido que Israel rechaza tajantemente.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha dicho que pretende continuar la guerra hasta aniquilar a Hamás, y las divisiones políticas en su país pueden complicar los esfuerzos diplomáticos estadounidenses.
Blinken en Medio Oriente
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, llegó el lunes a Israel en el marco de una gira por Oriente Medio para impulsar el acuerdo de tregua.
Tras una primera etapa en Egipto y un encuentro con el presidente Abdel Fatah al Sisi, Blinken llegó al aeropuerto de Tel Aviv desde donde se dirigirá a Jerusalén para reunirse con Netanyahu.
En El Cairo, el jefe de la diplomacia estadounidense instó a los países de Oriente Medio a “presionar a Hamás” para que acepte un alto el fuego.
“Creo firmemente en que la aplastante mayoría” de los israelíes y palestinos “quieren creer en un futuro” en el que los pueblos “vivirían en paz y en seguridad”, añadió Blinken.
A pesar de los esfuerzos, los mediadores en el conflicto, Estados Unidos, Egipto y Catar, no han logrado negociar una nueva tregua desde el alto el fuego de una semana en noviembre, que permitió la liberación de rehenes a cambio de presos palestinos detenidos en cárceles israelíes.
Según el Ministerio de Salud gazatí, al menos 37.124 palestinos, en su mayoría civiles, han muerto desde que estalló la guerra el 7 de octubre.
Ese día, comandos de Hamás lanzaron un ataque sin precedentes en territorio israelí, matando a 1.194 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en datos oficiales.
Desde que estalló el conflicto, el Consejo de Seguridad ha luchado por expresarse de forma unida sobre el conflicto.
Tras dos resoluciones centradas sobre todo en la ayuda humanitaria, a fines de marzo finalmente exigió un “cese el fuego inmediato” durante el Ramadán, con la abstención de Estados Unidos.
Información de AFP