La Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) expresó hoy su consternación por la fotografía de un padre y su hija de 23 meses ahogados en el Río Bravo, cuando intentaban cruzar de México a Estados Unidos, y dijo pone en evidencia la falta de respuesta de los Estados a la migración.

"Aunque los detalles permanecen inciertos, lo que está claro es que las circunstancias que llevaron a esta tragedia son inaceptable", señaló el organismo en un comunicado.

Recordó que esta imagen aparece menos de cuatro años después de que el mundo viese a través de los medios de comunicación el cadáver del pequeño niño refugiado sirio, Alan Kurdi, en la orilla del Mediterráneo.

"Nuevamente nos confrontamos a la evidencia visual de que la gente está muriendo en sus travesías para cruzar las fronteras", señaló el organismo que tiene como misión ofrecer asistencia a las víctimas de desplazamiento forzado en el mundo.

El alto comisionado para los refugiados, Filippo Grandi, dijo que "la muerte de Oscar y Valeria simboliza el fracaso para dar solución a la violencia y desesperación que empuja a la gente a emprender viajes peligrosos en búsqueda de seguridad y dignidad".

El organismo de Grandi pide desde hace tiempo a los gobiernos que lleguen a acuerdos para establecer vías seguras que permitan a la gente buscar protección, un llamamiento que ha permanecido totalmente desoído.

La tragedia

La tragedia ocurrió la tarde del domingo en la ciudad de Matamoros, en el nororiental estado mexicano de Tamaulipas, aproximadamente a un kilómetro del puente nuevo internacional.

Tania Vanessa Ávalos -esposa y madre de los fallecidos que logró ser rescatada- dijo a las autoridades que el agua se llevó primero a la niña y fue su padre quien salió en su ayuda, pero ambos fueron llevados por la corriente del río y desaparecieron.

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Miembros de la Secretaría de Marina, de la Policía Estatal y personal de Bomberos, iniciaron la búsqueda de los cuerpos de manera inmediata sin obtener resultados positivos.

El matrimonio de migrantes era originario de El Salvador y estaba conformado por Tania Vanessa Ávalos, por Óscar Alberto Martínez Ramírez de 25 años y por la menor Valeria de un año y 11 meses.

Habían llegado a esta ciudad mexicana para pedir asilo político en Estados Unidos.

Sin embargo, ante la desesperación por la lentitud en los tramites decidieron junto con otros migrantes cruzar el río Bravo, según señaló la mujer.

Este lunes 24 de junio aproximadamente a las 10.00 hora local (15.00 GMT) los cuerpos sin vida del padre y de la hija fueron localizados por autoridades estatales, militares y personal de Protección Civil.

El hallazgo tuvo lugar en las orillas del río, entre unas ramas y a unos kilómetros del puente internacional de Matamoros que une esta ciudad con Brownsville (Texas).

Por las imágenes que han trascendido, se presume que el papá logró alcanzar a la niña luego de que la corriente se la arrebató, y la metió debajo de su camiseta.

Sin embargo, ambos murieron ahogados.

Personal de la Unidad General de Investigación inició una investigación y ordenó que los restos fueran trasladados al servicio médico forense para la autopsia.

Enrique Alberto Maciel Cervantes, presidente del Instituto Tamaulipeco del Migrante en Matamoros, dijo que está en comunicación con Tania Vanessa Ávalos y con el Consulado de El Salvador en McAllen Texas, para determinar cómo se va apoyar a esta familia.

Lamentó la tragedia y pidió a los migrantes que no se metan a las aguas del río Bravo ya que las compuertas están abiertas y la corriente es muy fuerte. "El río no ayuda; cobra vidas" advirtió.

Las autoridades todavía no dan a conocer cuándo, cómo y por qué vía van a ser trasladados los restos del padre y la niña.

Miles de migrantes de Honduras, El Salvador y Guatemala, pero también de Cuba, Haití y diversos países africanos y asiáticos, han ingresado desde octubre a México en varias caravanas a través la frontera sur.

Ante el aumento del número de migrantes irregulares y de solicitantes de asilo que llegan a Estados Unidos, el presidente de ese país, Donald Trump, amenazó el 30 de mayo pasado con imponer aranceles a todas las importaciones mexicanas.

El 7 de junio se anunció un acuerdo que prevé el envío de 6.000 efectivos de la Guardia Nacional de México a la frontera sur, entre otras medidas para contener la migración.

A cambio, Estados Unidos retiró la amenaza de los aranceles.

Este lunes, el Gobierno de México anunció el despliegue de más de 20.000 efectivos, entre militares, marinos y miembros de la Guardia Nacional, en las fronteras norte y sur de México.