Este martes se conoció que Corea del Norte dinamitó varias secciones de carreteras que conectaban con el Sur, días después de anunciar que bloquearía permanentemente su frontera, informaron las autoridades militares surcoreanas, que lanzaron tiros de respuesta.
Pyongyang anunció la semana pasada que sellará permanentemente su frontera sur y que va a construir posiciones defensivas, tras pasar meses colocando minas y construyendo barreras antitanque.
“Corea del Norte detonó partes de las carreteras de Gyeongui y Donghae al norte de la Línea de Demarcación Militar” la cual separa a los dos países, indicó el Estado Mayor Conjunto surcoreano en a través de un comunicado.
El ejército surcoreano publicó videos que muestran a las fuerzas del Norte volando tramos de estas dos rutas. En respuesta, las Fuerzas Armadas surcoreanas efectuaron “disparos de respuesta” en su propio territorio.
Las carreteras y ferrocarriles entre las dos Coreas han estado cerradas por varios años, pero su destrucción envía un claro mensaje de que el líder Kim Jong Un no está dispuesto a negociar con el Sur, según expertos.
La destrucción de carreteras “es una medida militar práctica” de parte del Norte, que podría buscar levantar más barreras físicas a lo largo de la frontera, dijo Yang Moo-jin, presidente de la Universidad de Estudios Norcoreanos, en Seúl.
En su opinión, la destrucción de las carreteras podría ser el “trabajo preparatorio para la construcción de esos muros”.
Las relaciones bilaterales se han deteriorado considerablemente desde la llegada al poder en Seúl en 2022 del presidente conservador Yoon Suk Yeol, partidario de una política firme con su vecino del Norte y de un reforzamiento de la alianza militar con Estados Unidos y Japón.
Los tres aliados realizan regularmente ejercicios conjuntos, que Pyongyang considera como ensayos para una invasión del Norte.
China instó el martes a ambas partes a evitar una “nueva escalada” que según dijo iría en “contra de los intereses comunes”.
Crece la tensión
Kim declaró este año a Corea del Sur como el “enemigo principal” de su país, y desde entonces ha tendido minas terrestres, instalado barreras antitanques y colocado misiles con capacidad de transportar ojivas nucleares en la fortificada zona fronteriza.
La semana pasada, Corea del Norte acusó a Seúl de usar drones para lanzar folletos propagandísticos sobre la capital Pyongyang y, en respuesta, prometió sellar permanentemente su frontera sur. También advirtió que un dron más sería considerado como “una declaración de guerra”.
El líder norcoreano sostuvo el lunes una reunión de seguridad para formular un plan de “acción militar inmediata”, informó el martes la prensa oficial.
En esa reunión, las autoridades recibieron un informe sobre las “graves provocaciones del enemigo”, según la agencia oficial Kcna. Agregó que Kim “expresó una firme postura política y militar”.
A pesar de que las fuerzas armadas surcoreanas inicialmente negaron haber enviado drones al país vecino y posteriormente se negaron a referirse al tema, Pyongyang los acusó directamente como autores de la intrusión.
Por otra parte, la hermana de Kim emitió un comunicado este martes en el que afirma que Pyongyang consiguió “pruebas claras” de que el ejército surcoreano está detrás de los drones que llegaron a Pyongyang.
Activistas en el lado surcoreano de la frontera han estado enviando desde hace años globos cargados de propaganda al Norte, lo que ha generado indignación de Pyongyang.
En respuesta, Corea del Norte envió drones al Sur en el pasado. En 2022, cinco drones de Pyongyang cruzaron la frontera, lo que llevó al ejército surcoreano a hacer disparos de advertencias y movilizar aviones de combate.
*Con información de AFP