Este sábado 6 de mayo se llevará a cabo la ceremonia de coronación del rey de Inglaterra Carlos III, donde el monarca lucirá su uniforme de gala de la Marina británica, el mismo traje que usó durante el funeral de su madre, la reina Isabel II.
Según Marina Fernández, directora de Comunicación y Relaciones Institucionales de la Escuela Internacional de Protocolo, con esta vestimenta el rey Carlos quiere dejar en evidencia que su reinado estará acoplado a la actualidad (siglo XXI) y que no permitirá que su estilo personal se pierda a pesar de los reglamentos protocolarios.
“Carlos le está hablando a su pueblo a través de estos cambios en la etiqueta. Lo que pretende es acercarse al pueblo y convertirse en una figura un poquito más cercana”, aclara la politóloga.
Durante la ceremonia de coronación el monarca reutilizará algunas de las tradiciones prendas de sus antepasados.
El rey de Inglaterra, Carlos III, lucirá una túnica de cuatro kilos bordada de seda dorada y el Manto Imperial, el cual fue fabricado para el monarca Jorge IV. Los guantes que llevará serán de su abuelo Jorge VI.
Un dato para resaltar es que el monarca británico no pidió una nueva corona, es decir que se le va investir con la tradicional corona de San Eduardo; sin embargo, dejará la abadía de Westminster luciendo la corona imperial, de acuerdo con la descripción de la experta en protocolos reales.
En lo que corrió de su principado, el hijo de Isabel II siempre se caracterizó por ser un icono de la moda masculina. La vestimenta color gris pelar que luce regularmente en los eventos y la manera de llevar el Kilt, la tradicional ropa escocesa, durante los tiempos de verano se transformaron en marcas del estilo Carlos III.
“Lucir este uniforme militar y romper con la tradición secular de los bombachos con medias de seda requiere conocimiento y confianza de su marca personal. La etiqueta masculina no permite lanzar tantos mensajes como la femenina, pero se puede esperar autenticidad de la nueva era carolina”, puntualizó Marina Fernández.
El ABC de la coronación del rey Carlos III
Carlos III será oficialmente coronado este sábado 6 de mayo en la Abadía de Westminster, ante 2000 invitados, entre jefes de Estado, cabezas coronadas y miembros de la sociedad civil, y tendrá lugar ocho meses después de la muerte de su madre, que reinó durante siete décadas.
La coronación en sí comenzará por la mañana con una procesión en carroza desde el Palacio de Buckingham hasta la cercana Abadía de Westminster. Allí, Carlos III prestará juramento antes de ser ungido por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, en las manos, la cabeza y el pecho.
Después, recibirá los atributos reales: el manto, el orbe, el cetro y la corona de Eduardo, del siglo XVII, adaptada para la ocasión.
Camila, de 75 años, con quien se casó en segundas nupcias en 2005, será coronada con la corona de la reina María, abuela de Isabel II. Será “la primera vez en la historia moderna que se utilice una corona ya existente para la coronación de un (rey o reina) consorte, en lugar de encargar una nueva, en aras de la durabilidad y la eficacia”, precisó.
Procesión del rey
El día comienza con la “procesión del rey”, un recorrido de unos 2 km en el centro de la ciudad, desde el Palacio de Buckingham hasta la Abadía de Westminster.
La pareja real viajará en la moderna carroza fabricada con ocasión del Jubileo de Diamante de Isabel II en 2012, tirada por seis caballos Windsor Grey y escoltada por miembros de la caballería de la casa real.
Llegarán a la iglesia para el comienzo de la ceremonia a las 11:00 (hora local).
Llamado a jurar lealtad al rey Carlos III en su coronación
Todos los británicos y otros pueblos de los que Carlos III es jefe de Estado serán llamados a jurar lealtad al soberano en su coronación. La oficina del arzobispo de Canterbury, Justin Welby, que dirigirá la ceremonia de coronación, anunció el sábado que el tradicional “homenaje de los pares”, en el que una larga lista de representantes de la nobleza se arrodillaban ante el rey y juraban lealtad, será suprimida.
En su lugar, la ceremonia incluirá un “homenaje del pueblo”. El arzobispo llamará a “todas las personas de buena voluntad en el Reino Unido de Gran Bretaña y de Irlanda del Norte, y de otros reinos y territorios, a rendir homenaje, con el corazón y la voz, a su rey incontestable, defensor de todos”.
Deberán pronunciar estas palabras: “Juro que tendré una lealtad sincera a Su Majestad, así como a sus herederos y sucesores conforme a la ley. Y que Dios me ayude”.
Unción
El monarca, sentado en el trono del rey Eduardo, la silla de la coronación, bajo un dosel, es “ungido, bendecido y consagrado” por el arzobispo.
El óleo consagrado se vierte de una ampolla de oro y se administra con una cuchara de plata dorada del siglo XII que es el artefacto más antiguo de las joyas de la corona.
La unción será “la única parte de la ceremonia que el público no verá”, afirmó Welby.
La silla de la coronación se fabricó en 1300. Debajo de ella se encuentra la “piedra de Scone” o “piedra del destino”, antiguo símbolo de la monarquía escocesa incautado por el rey Eduardo I.
Investidura
Tras recibir el orbe y los cetros, que representan los poderes espirituales y temporales del rey, se coloca la corona de San Eduardo sobre la cabeza del monarca.
Esta reliquia de oro macizo engastada con piedras preciosas, como rubíes y zafiros, solo se lleva cuando el monarca es coronado.
Entronización
El monarca se sienta en el trono.
Tradicionalmente, el arzobispo y el heredero al trono, seguidos de los duques reales y los aristócratas, se arrodillan y juran lealtad.
Pero esta vez el príncipe heredero Guillermo será el único duque real que rinda homenaje a Carlos.