Cientos de camioneros y manifestantes furiosos con la derrota electoral de Jair Bolsonaro ampliaron el martes los bloqueos de carreteras por todo Brasil, mientras el presidente se mantiene en silencio, sin reconocer la victoria de Lula.
En este segundo día de bloqueos, la Policía Federal de Carreteras (PRF) reportó más de 250 cortes totales o parciales de rutas en al menos 23 de los 27 estados brasileños.
"¡Lula no!", rezaba un cartel colgado encima de un viaducto en Sao Paulo, donde también estaban bloqueadas varias rutas, incluida la que une la gran metrópolis con Rio de Janeiro, impidiendo la salida de buses entre ambas ciudades.
"Espero regresar a casa" en Rio "pero esto está pasando en todo el país, este bloqueo de rutas. Pude pagarme una noche de hotel aquí, pero mucha gente tuvo que esperar aquí en la estación de bus", dijo a la AFP Rosangela Senna, una agente inmobiliaria de 62 años.
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La autopista que conduce al Aeropuerto Internacional de Guarulhos en Sao Paulo, el mayor del país, fue liberada por la policía en la mañana, tras un bloqueo que en la madrugada provocó cancelamientos y atrasos en algunos vuelos, de acuerdo con la prensa local.
El estado que registraba más bloqueos era Santa Catarina (sur), donde Bolsonaro obtuvo un apoyo de casi 70% de los votos.
Un juez de la corte suprema determinó el lunes por la noche la "inmediata desobstrucción de las carreteras y vías públicas", informó el Supremo Tribunal Federal en un comunicado.
Las convoctorias a apoyar los bloqueos se multiplicaban en Twitter y en grupos bolsonaristas en Telegram, constató el equipo de investigación digital de la AFP. Un panfleto que circula en redes llama a una protesta en la Explanada de los Ministerios en Brasilia en la tarde.
"Brasil no será una Venezuela", reza el mensaje. Y reproduce las palabras que el senador Flávio Bolsonaro le dedicó a su padre en Twitter el lunes: "Bolsonaro, estamos contigo para lo que sea".
La policía del Distrito Federal restringió el acceso de vehículos a la Plaza de los Tres Poderes, donde se ubican los edificios de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema, como medida "preventiva" ante posibles manifestaciones.
Bolsonaro, en silencio
Pasadas más de 36 horas desde el resultado oficial, Bolsonaro no se ha pronunciado sobre la ajustada victoria el domingo del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva (50,9% contra 49,1%), que fue reconocida por varios aliados del gobierno y numerosos jefes de Estado extranjeros.
Durante meses, Bolsonaro cuestionó sin pruebas el sistema electrónico de votos, despertando temores de que no aceptara una derrota.
En vísperas del balotaje, sin embargo, había dicho que ganaría el que tuviera "más votos". "Eso es la democracia", añadió.
El Supremo Tribunal Federal, la máxima corte de Brasil, amenazó por otro lado con multar al director general de la policía de carreteras o mandarlo preso por "desobediencia" si continúan los bloqueos.
El director, Silvinei Vasques, estuvo en el centro de las polémicas el domingo, tras la implementación de operaciones de control que provocaron enormes atascos de tráfico y demoraron el accesso de votantes a los colegios, especialmente en el reducto lulista del noreste.
La controversia aumentó cuando los medios locales informaron que Vasques había publicado en su perfil de Instagram un mensaje llamando a votar a Bolsonaro, que luego borró.