La Eurocopa ha desatado pasiones, como es común en los certámenes futbolísticos, esta semana se generó una controversia después de que el jugador turco Merih Demiral celebrará uno de sus goles, ante Australia, con el saludo de un grupo ultranacionalista.
El gesto del defensa ha provocado tensiones en Ankara y Berlín, tanto así que el Ministerio de Exteriores alemán citó hoy al embajador de Turquía, como respuesta a que Ankara hiciera lo mismo con el embajador alemán.
Durante el partido, que se llevó a cabo este miércoles 3 de julio, Demiral realizó el saludo del movimiento “Ülkükü”, conocido también como ‘Los lobos grises’, fundado en los años sesenta, catalogado en Alemania como grupo de extrema derecha y observado constantemente por la Oficina Federal para la Protección de la Constitución.
Sin embargo, este grupo no ha sido prohibido en Alemania, donde se estima que el movimiento cuenta con 18.500 miembros. La controversia en Alemania sigue viva y las embajadas se encontrarán hoy, 4 de julio, para hablar del tema.
‘Los lobos grises’ de Turquía están vinculados al partido ultranacionalista MHP, aliado del AKP islamista y conservador.
Ha sido tanta la indignación de los altos mandos tras el gesto de Demiral, que la Ministra del Interior alemana, Nancy Faeser, pidió que la UEFA considerara posibles sanciones al jugador, “los símbolos de la extrema derecha turca no tienen cabida en nuestros estadios. Utilizar el Campeonato Europeo de Fútbol como plataforma para el racismo es completamente inaceptable”.
Antes esta petición, las autoridades de Ankara acusaron a Faeser de cometer un acto de xenofobia
Para esclarecer los hechos y afrontar las tensiones, el Ministerio alemán anunció en su cuenta de X (anteriormente Twitter) que “Como anfitriones de la Eurocopa 2024 queremos que el deporte una a las personas. El embajador turco ha sido citado hoy”.
Demiral, por su parte, declaró que su gesto solo era una muestra de orgullo por ser turco y que no tenía ninguna connotación oculta, una respuesta que no fue muy bien recibida por las autoridades alemas, así lo demostró el ministro de Agricultura, Cem Özdemir, hijo de inmigrantes turcos, quien en sus redes sociales respondió.
“Es verdad, nada está oculto en ese gesto. Su mensaje es ultraderechismo, terrorismo y fascismo. Discutir sobre ello es cansino. La UEFA tiene que tomar medidas”.