La crisis registrada en Rusia tras un intento de revuelta de mercenarios contra el Kremlin expuso “verdaderas fisuras” en la autoridad del presidente Vladimir Putin luego de que se vio obligado a aceptar un acuerdo de amnistía, señaló el domingo el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken.
El levantamiento del grupo de mercenarios privados Wagner y su líder Yevgueny Prigozhin durante el fin de semana marcó “un desafío directo a la autoridad de Putin. Así que esto plantea preguntas profundas, muestra verdaderas fisuras”, señaló Blinken en declaraciones al programa de entrevistas “Face the Nation”, de la cadena CBS News.
Blinken consideró todavía “demasiado pronto” para especular sobre el impacto de esa crisis en Rusia o en la guerra de Ucrania.
Sin embargo, opinó que “en la medida en que se desvía la atención de Rusia (...) esto crea, pienso, una ventaja adicional” para Ucrania en medio de una ofensiva contra las fuerzas de Moscú.
Estados Unidos, que ha mantenido estrechos contactos con sus aliados europeos durante las últimas 24 horas sobre esa crisis, hasta ahora se ha abstenido de comentar directamente sobre estos hechos.
El propio Blinken discutió la situación de Rusia el sábado con sus homólogos de los países del G7, así como con aliados como Polonia y Turquía.
“Es demasiado pronto para saber cómo va a terminar esto. Es una imagen en evolución, pero el hecho de que haya alguien adentro cuestionando la autoridad de Putin y cuestionando directamente por qué lanzó esta agresión contra Ucrania, eso en sí mismo es algo muy poderoso”, sostuvo ante CBS News.
“Tuvieron que defender Moscú de mercenarios que ellos mismos crearon”, señaló Blinken en referencia al grupo Wagner, insistiendo en el “fracaso estratégico” del presidente ruso en su campaña de Ucrania.
Los mercenarios de Wagner se replegaron este domingo, tras una rebelión de 24 horas orquestada por su líder Prigozhin, quien abandonará Rusia en virtud de un acuerdo con Putin, quien consideró al movimiento como una “traición”.
El jefe de Wagner se instalará en la vecina Bielorrusia y evitará ser encausado judicialmente en Rusia.
De su lado, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, consideró el pasado sábado que el motín armado del grupo Wagner es una muestra de la “debilidad” de Rusia, sumida en “el mal y el caos”, e indicó que su país está protegiendo al resto de Europa.
“La debilidad de Rusia es evidente. Una debilidad total”, señaló Zelenski en redes sociales, estimando que es “evidente que Ucrania es capaz de proteger a Europa de una contaminación del mal y el caos ruso”.
En su primera reacción ante los acontecimientos en Rusia, el presidente ucraniano afirmó que “quien elige el camino del mal se autodestruye”, refiriéndose a su homólogo ruso, Vladimir Putin.
Según Zelenski, Putin “envía a cientos de miles de personas a la guerra para finalmente atrincherarse en la región de Moscú y protegerse de los que él mismo ha armado”.
“Rusia ha usado la propaganda para ocultar su debilidad y la estupidez de su gobierno. Y ahora el caos es tal que ya nadie puede mentir sobre eso”, añadió.
Por el momento, Putin se encuentra atravesando el que podría ser el episodio más difícil de su Gobierno. Sin embargo, el Ministerio chino de Relaciones Exteriores indicó este domingo que su país apoya los esfuerzos de Moscú para “proteger la estabilidad” nacional, en una primera reacción del gobierno chino a la rebelión del grupo paramilitar ruso Wagner contra el Kremlin.
“Como vecino amistoso y socio estratégico, China apoya a Rusia en sus esfuerzos para proteger la estabilidad del país, desarrollarse y alcanzar la prosperidad”, declaró el ministerio en un comunicado, subrayando que lo sucedido en Rusia es un “asunto interno”.
Redacción de El País y Agencia AFP