La órbita de la Luna alrededor del planeta tierra no es circular, si no que describe una trayectoria elíptica, es decir que no se encuentra siempre a la misma distancia de la Tierra, si no que en su recorrido existe un momento en el que se encuentra más lejos, conocido como apogeo, y un punto en el que se encuentra más cerca, el perigeo.
Cuando se da este segundo caso, la Luna puede observarse mucho más grande y brillante dando lugar a lo que en el lenguaje popular se conoce como Superluna, un fenómeno descrito por primera vez por el astrónomo Richard Nolle y que tiene lugar cuatro veces al año.
Así, durante este 2023, con la suerte de estar en el periodo más cálido del año, lo que hará de observación una agradable velada bajo el cielo, las superlunas de este año brillarán en el cielo las noches del 3 de julio, el 1 de agosto, el 31 de agosto y el 29 de septiembre.
El fenómeno ocurre porque el satélite natural de la Tierra reduce su distancia algunos miles de kilómetros. La disminución del espacio entre el planeta y la luna provoca que, en apariencia, el astro en el cielo sea más grande. En una noche despejada, un observador puede percibirla hasta 14% más amplia y 30% más brillante.
La señal de la Superluna
La primera superluna de agosto será visible el día 1 del mes. El avistamiento de esta fecha es conocido como Luna de Esturión. Como otras lunas del año como, la de Ciervo o la de Fresa, su denominación proviene de los pueblos nativos americanos.
La Luna Azul es la segunda superluna de agosto y llegará el día 31. Su nombre no guarda ninguna relación con el color o con un cambio físico en el satélite. Siempre se le denomina así a la segunda luna llena ocurrida durante un mismo mes. Por probabilidad, las lunas azules aparecen en los meses con 31 días cada 2.5 años. La última vez que se registró esta coincidencia fue en 2021. No se trata de un evento astronómico sino de una curiosidad propia del calendario gregoriano.
Las cuatro superlunas esperadas para 2023 coinciden con el verano y ocurren consecutivamente. La primera fue en julio, agosto tendrá dos y la última llegará el 29 de septiembre.
Las lunas del mes podrían verse interrumpidas por las condiciones ambientales propias del verano en México. Se recomienda consultar el reporte meteorológico para conocer si alguna nube interrumpirá la visibilidad de ambos eventos. A mitad de agosto también se podrá observar en todo su esplendor a las Perseidas, la lluvia de estrellas más famosa del año. Los días 11 y 13 habrá más actividad de cuerpos celestes por hora. El fenómeno anual terminará el día 24.
Agua de luna
En la búsqueda de armonía y bienestar, las personas han recurrido a prácticas espirituales y energéticas, una de las más populares es la recolección y uso del agua de Luna para atraer la abundancia al hogar, debido a que este satélite, con su poderosa energía y ciclos celestiales, ha sido considerado durante siglos como un símbolo de fertilidad y prosperidad.
La Luna tiene una influencia significativa en las mareas y en los ciclos naturales de la Tierra. En muchas culturas, se cree que la Luna también influye en las energías y emociones humanas, por lo que muchos hacen un ritual de recolección de agua durante las fases lunares, pues se considera que queda cargada con la energía cósmica y se utiliza con la intención de atraer energías positivas y abundancia al hogar.
Además de sus supuestos beneficios espirituales y energéticos, el agua de Luna también se valora por su pureza. Al recolectarla, se obtiene un agua que puede utilizarse para diversas prácticas espirituales y de limpieza.