El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ordenó al organismo estatal a cargo del sistema penitenciario - SNAI - que tramite la repatriación de extranjeros que están presos en el país cumpliendo sentencia en medio de la crisis carcelaria.
El mandatario dispuso mediante un decreto que, acatando las normas nacionales e internacionales, el SNAI realice los procedimientos administrativos para que los extranjeros cumplan sus condenas “en el país de origen o nacionalidad”.
El Ministerio de Exteriores y Movilidad Humana, el de Mujer y Derechos Humanos, Interior y de Gobierno “coordinarán cualquier acción necesaria para cumplir con los dispuesto”, reza el decreto firmado por el mandatario ecuatoriano.
Los procedimientos para la ejecución de la medida “serán adoptados respetando la normativa nacional e internacional en la materia”, remarcando que “todo procedimiento será singularizado, quedando prohibida cualquier repatriación de colectivos”.
Un censo penitenciario de 2022 estableció que había 31.300 presos en las 36 cárceles de Ecuador, de los cuales 3.200 eran extranjeros.
Hace dos semanas, Noboa anunció que unos 1.500 colombianos presos serán repatriados, algo que Bogotá rechazó al considerar que es una medida unilateral y que, en la práctica, las personas que sean devueltas quedarían en libertad al otro lado de la frontera.
Se debe “estudiar caso por caso” y “contar con el consentimiento de la persona privada de libertad”, según un comunicado conjunto de ministerios de Colombia.
El gobernante de Ecuador sostiene una guerra contra bandas del narcotráfico y, con apoyo de los militares, busca retomar el control de penitenciarias bajo el poder grupos criminales que siembran terror en el país.
Una veintena de dichas organizaciones delinquen desde las prisiones, gestionan el tráfico de droga y dirigen una de las peores arremetidas contra el Estado.
En lo que va de enero se registran al menos 20 muertos, y unos 200 policías, guardias y empleados penitenciarios han sido retenidos temporalmente.
Noboa sostiene que la decisión de repatriar a los extranjeros presos responde al hacinamiento en las cárceles, con capacidad para unas 30.200 personas y que registran un exceso de 3.000.
“Debemos dejarlos en la frontera y sí hay acuerdos internacionales que lo soportan”, expresó Noboa, quien impulsa la construcción de dos cárceles de extrema seguridad.
Bandas criminales vinculadas a carteles de Colombia y México se enfrentan por el botín de la droga en choques que dejan más de 460 reclusos muertos desde 2021.
*Con información de AFP.