La carrera de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos no se detiene a pesar de sus líos legales, y al poder ejercer el cargo a pesar de ser encarcelado. El empresario continúa haciendo campaña, incluso, luego de ser encontrado culpable de agresión sexual contra la periodista E. Carroll, y ser imputado por 37 cargos por posesión de documentos clasificados.
Así entonces, una parte del discurso que el expresidente dio en Nueva Jersey, luego de ir al tribunal federal de Miami en la mañana, fue destinado para reclamar al gobierno Biden y proclamar de una vez y por todas, su oposición hacia el actual presidente estadounidense.
“Nombraré a un fiscal especial de verdad para perseguir al presidente más corrupto de la historia de los Estados Unidos de América, Joe Biden, y a toda la familia criminal de Biden”, sentenció el empresario en su discurso, afirmando que, si llega de nuevo a la Casa Blanca, no dudará en proclamar la “guerra” en contra del actual mandatario.
“Joe Biden siempre será recordado no solo como el presidente más corrupto en la historia de nuestro país, sino quizás, aún más importante, el presidente que, junto con una banda de sus matones más cercanos, inadaptados y marxistas, trató de destruir la democracia estadounidense”, agregó Trump en su red Truth Social, recalcando su opinión sobre Biden.
En su discurso, Trump dejó en claro que seguía pensando en que los casos en su contra eran una “persecución política”, afirmando que también golpeaba a la democracia del país puesto que se acerca la contienda política en 2024 y, resaltó que se estaba “abusando del poder” para ir en su contra y alejarlo de la presidencia.
“Es injerencia electoral (...) Es una persecución política de alguien que está haciendo y que hará un cambio para esta nación. Esto será una infamia que caerá sobre el Gobierno de Joe Biden y será marcado como el presidente más corrupto de la historia de Estados Unidos”, afirmó Trump en su discurso.
Trump, en contra del Departamento de justicia
Desde su inculpación, Donald Trump intensificó aún más sus ataques contra el Departamento de Justicia, al que ya había calificado de “monstruo malvado”, con el riesgo de que eso mine la confianza de los estadounidenses en el Estado de derecho.
Acusado de haber guardado de manera ilegal documentos secretos de la Casa Blanca, el multimillonario de 77 años es el primer expresidente estadounidense en ser procesado por la justicia federal. El republicano también es por ahora el principal rival del presidente Joe Biden para las elecciones de 2024.
“Pone al país en una situación de mucho riesgo”, enfatiza Edward Foley, profesor en la Universidad de Ohio. Para este experto en derecho electoral, hay una tensión “inevitable” entre dos principios básicos de la democracia: que “nadie está por encima de la ley” y que “el gobierno no debe usar su poder contra sus opositores”.
Para evitar este conflicto, el fiscal general Merrick Garland, que supervisa el poder judicial federal, le confió el caso a un fiscal especial conocido por su rigor, Jack Smith, mientras el presidente Biden hace lo suyo al abstenerse de comentar.
Pese a ello, Trump se dice víctima de un “Departamento de Injusticia”, “corrupto” y mercenario de “la izquierda radical”. “Cuando se arresta al principal oponente político, ya no estamos en una democracia”, insistió el martes por la noche en medio de un discurso a sus seguidores.
Como sucedió durante su cruzada para desconocer su derrota en las elecciones presidenciales de 2020, los reclamos esta vez también hacen mella en su base electoral: según una encuesta de You Gov, el 76 % de los votantes republicanos cree que las demandas contra Trump tienen “motivaciones políticas”.
*Con información de AFP