Kamala Harris y Donald Trump regresaron a los estados más disputados de Estados Unidos, donde se decidirá el resultado de las elecciones, con la demócrata esperando aprovechar el impulso de su actuación en su primer debate presidencial y el republicano sin intenciones de repetir el duelo.
En un mitin en Carolina del Norte, la vicepresidenta aseguró que “Estados Unidos está preparado para un nuevo camino” y “una nueva generación de líderes”.
La demócrata volvió a acusar al expresidente republicano de estar detrás de las “inmorales” restricciones al derecho al aborto por designar jueces conservadores para la Corte Suprema, que revocó las protecciones federales al acceso al aborto en 2022.
En un estado donde según las cuentas de los demócratas tiene el respaldo de los afroestadounidenses y los jóvenes, Harris aprovechó la oportunidad para decir que “los votantes merecen un segundo debate”.
Un poco antes, Trump había anunciado que rechazaba un nuevo duelo, aunque dio por hecho que ganó el primero, que contó con una audiencia de 67 millones de estadounidenses.
La campaña de Harris sostuvo que la candidata, de 59 años, entra ahora en una fase “más agresiva” en su carrera por la Casa Blanca, “buscando capitalizar su victoria decisiva en el debate y aprovechar el impulso”.
El debate de ABC News en Filadelfia fue un bienvenido espaldarazo para Harris, ya que el impulso inicial de entusiasmo que la ayudó a borrar la ventaja de Trump en las encuestas parecía estar estabilizándose.
“La amenaza más grave”
En una reunión celebrada el jueves en Arizona (suroeste), estado fronterizo con México, Trump siguió repitiendo la noticia falsa y racista de que en Springfield, una pequeña ciudad de Ohio, los inmigrantes haitianos estaban robando perros y gatos para comérselos.
“Era una comunidad magnífica, es horrible lo que pasó”, dijo a la multitud, y añadió sin pruebas que inmigrantes han atacado “gansos” o que “violaron a jóvenes estadounidenses”.
El candidato republicano promete, si es elegido, luchar contra la inmigración ilegal con expulsiones masivas. La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, afirmó que estas “sucias” teorías de conspiración ponen “vidas en peligro”, mientras que el ayuntamiento de Springfield tuvo que ser evacuado el jueves tras una amenaza de bomba.
También el jueves en un evento en Tucson, Arizona, redobló las críticas a los periodistas de ABC que moderaron su debate con Harris, y que según él estaban sesgados a su favor.
“Los dos peores presentadores que nadie haya visto jamás”, dijo sobre David Muir y Linsey Davis.
Luego de la intensidad alrededor del debate, en ambas campañas eligieron continuar la gira en estados indecisos, lo que refleja la necesidad de ganarse a grupos clave de votantes.
El regreso a estos estados ocurre un día después de la breve tregua que se concedieron Trump y Harris para asistir a la conmemoración de otro aniversario de los ataques del 11 de septiembre en Nueva York.
El jueves, Harris aún obtenía beneficios del debate: otro republicano, Alberto Gonzales, que fue fiscal general bajo la presidencia de George W. Bush, le ofreció su respaldo.
Gonzales escribió en Politico que Trump es “quizá la amenaza más grave al Estado de derecho en una generación”, citando su aliento a los disturbios del 6 de enero de 2021 en el Capitolio en medio de un intento sin precedentes de impugnar la victoria electoral de Biden.
Próximos pasos
Ambos candidatos seguirán recorriendo los lugares más determinantes en los próximos días.
Harris regresará a la fundamental Pensilvania el viernes para eventos de campaña en Johnstown y Wilkes-Barre, antes de asistir a una cena de premiación el sábado con su marido Doug Emhoff.
El viernes, Trump pronunciará un discurso en Las Vegas, Nevada, otro estado clave, sobre el costo de vida.
El compañero de fórmula de Harris, Tim Walz, viajará a Michigan y Wisconsin de jueves a sábado como parte de la gira de campaña por los estados indecisos.
*Con información de AFP.