Donald Trump convocó, poco más de un mes después de regresar al poder, a su gabinete, para exponer su estrategia y presumir de los logros alcanzados hasta el momento.

La reunión permitirá a Trump mostrar que la mayoría de sus secretarios, incluso los más criticados, han sido confirmados por el Senado sin ningún problema, como por ejemplo el de Sanidad, el antivacunas Robert F. Kennedy Junior, o el de Defensa, el expresentador de televisión Pete Hegseth.

Elon Musk, jefe de Tesla y Space X, y propietario de la red social X, estará presente como responsable del llamado “Departamento de Eficiencia Gubernamental” (DOGE), que en realidad es una comisión encargada de despedir a miles de funcionarios y reducir drásticamente el gasto público.

Se trata de un órgano consultivo que depende directamente del presidente. Musk no es ministro, puesto que este cargo acarrea obligaciones legales y deontológicas.

Con aplausos fue recibido Donald Trump. | Foto: El País

Hay rumores de tensión

Según la prensa estadounidense, han surgido discrepancias entre el hiperactivo empresario y otros miembros del Ejecutivo, pero Trump lo ha respaldado en su red Truth Social escribiendo en mayúsculas: “Todos los miembros del gabinete están muy felices con Elon”. Es un “empleado especial del gobierno” y asesor del presidente.

Varios nombramientos esperan aún la luz verde del Senado, entre ellos los de Lori Chávez-DeRemer, excongresista, como secretaria de Trabajo, y Linda McMahon, que ya formó parte del gabinete del primer mandato de Donald Trump (2017-2021), cuando se encargaba de las pequeñas empresas, como secretaria de Educación.

El presidente republicano es quien marca la pauta gubernamental, firmando decreto tras decreto, con la intención declarada de extender al máximo sus prerrogativas, sobre todo frente al Congreso.

Elon Musk, según los rumores, no es del agrado de todos en la Casa Blanca. | Foto: 2025 Getty Images

Elon Musk se enfrenta a sus primeras dificultades

Un tercio de su personal presentó el martes su dimisión colectiva en señal de protesta, pocos días después de que se enviaran correos electrónicos masivos a unos dos millones de funcionarios estadounidenses, ordenándoles que describieran su semana laboral anterior si no querían ser despedidos.

Tras el envío de estos correos, la mayoría de las administraciones afectadas comunicaron el lunes a su personal que ignoraran el mensaje de DOGE o restaran importancia a los riesgos que implicaba no responderlo.

Además de la presencia de Elon Musk, esta primera reunión de gabinete de su segundo mandato tiene otra particularidad: se celebra después de que la Casa Blanca tomara el control absoluto del acceso de la prensa, rompiendo con un sistema que durante décadas habían gestionado los propios periodistas.

Desde el martes, ya no es la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca, como ocurría en el pasado, la que decide qué periodistas cubren al presidente en determinados actos, sino el equipo de comunicación del ejecutivo.

Con información de AFP.