Estados Unidos anunció el martes que llegó a un acuerdo con el Reino Unido para quitar los aranceles sobre las importaciones de acero y aluminio impuestos en 2018 bajo el gobierno del expresidente Donald Trump, que alegó motivos de seguridad nacional.

"Al permitir un flujo de acero y aluminio libre de impuestos desde el Reino Unido, aliviamos aún más la brecha entre la oferta y la demanda de estos productos en Estados Unidos", dijo la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, en un comunicado.

"Y al eliminar los aranceles de represalia impuestos por el Reino Unido, reabrimos el mercado británico para los amados productos estadounidenses", agregó.

En concreto, este nuevo acuerdo permitirá importar "volúmenes históricos y sostenibles de productos británicos de acero y aluminio sin la aplicación de los aranceles de la sección 232", detalló el comunicado conjunto.

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El anuncio, secundado por la representante comercial de Estados Unidos (Ustr), Katherine Tai, explica que se trata de un "acuerdo fundamental" que "eliminará aranceles de represalia por más de 500 millones de dólares en exportaciones estadounidenses al Reino Unido".

"Es una gran noticia y un impulso bienvenido para nuestras industrias del acero y el aluminio", tuiteó el primer ministro británico, Boris Johnson.

Ambos países habían anunciado en enero el inicio de negociaciones para poner fin a esta disputa heredada de la era Trump y que contaminaba sus relaciones.

El Reino Unido fue uno de los muchos países a los que Estados Unidos impuso, en junio de 2018, aranceles adicionales del 25 % al acero y del 10 % al aluminio, en medio de una guerra comercial.

La administración Biden ya había llegado a acuerdos con la Unión Europea en octubre y con Japón a principios de febrero

"Relación comercial del siglo XXI"

El acuerdo se anuncia tras una visita a Estados Unidos de la ministra británica de Comercio Internacional, Anne-Marie Trevelyan, quien a su vez dijo que espera que el acuerdo permita "avanzar" y "enfocarnos en profundizar nuestras florecientes relaciones comerciales con Estados Unidos".

Sin embargo, el estado del tratado actual palidece comparado con el gran acuerdo de libre comercio que quiere Boris Johnson.

La firma de un tratado bilateral con Estados Unidos era una de las prioridades de los británicos tras el Brexit, en vigor desde el 1 de enero de 2021.

Mientras la administración de Donald Trump (2017-2021) estaba dispuesta a entrar en un acuerdo bilateral con Londres, la de Biden dejó morir el proceso.

Estados Unidos de hecho ha condicionado un potencial acuerdo al estricto cumplimiento del acuerdo de paz en Irlanda del Norte.

El martes, Trevelyan reconoció que Londres había estado buscando un acuerdo con Washington durante "algún tiempo" y agregó que su gobierno no se rendía.

La ministra británica subrayó que lo que estaba en juego no era sólo eliminar aranceles, sino responder a la necesidad de "construir una relación comercial del siglo XXI entre dos grandes naciones que tienen valores comunes".

De su lado, Tai conminó a los países a ser "creativos" cuando se trata de intercambiar herramientas.

Tanto Trevelyan como Tai dijeron que continuarán su diálogo comercial "en abril, en Escocia".

"No quiero prejuzgar ni predeterminar (...) hacia dónde nos llevarán estos diálogos", comentó Tai sobre el siguiente encuentro