Los responsables de Energía de todos los países del G7, excepto el de Estados Unidos, reiteraron hoy en Roma su compromiso en el cumplimiento del Acuerdo de París de diciembre de 2015 para limitar el calentamiento global.

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Así lo puso de manifiesto el resumen de los trabajos hechos por la presidencia italiana de la reunión, que hoy concluyó en Roma sin una declaración conjunta por la posición de Estados Unidos manifestada por el representante de ese país en la cita, Rick Perry.

En ese resumen el presidente de la reunión, el ministro italiano de Desarrollo Económico, Carlo Calenda, dijo que Perry informó a los demás participantes que "Estados Unidos está en el proceso de revisar muchas de sus políticas y que se reserva su posición en este asunto".

"Los otros jefes de delegación reafirmaron su compromiso hacia la implementación del Acuerdo de París para limitar de manera efectiva la temperatura global bastante por debajo de los 2 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales", agregó la presidencia.

El Acuerdo de París fue adoptado en diciembre de 2015 por 195 países y la Unión Europea y establece que se debe mantener la temperatura media mundial por debajo de los dos grados centígrados respecto a los niveles preindustriales, además de desarrollar esfuerzos adicionales que hagan posible que el calentamiento global no supere los 1,5 grados.

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Además, los otros miembros del G7 (Grupo de los Siete países más industrializados) alentaron a las partes firmantes del Acuerdo de París a ratificarlo y expresaron su compromiso para "acelerar la descarbonización del sector energético".

Los participantes reconocieron también el "papel clave" de la transición energética por medio del "desarrollo de nuevas tecnologías de energías limpias basadas en el mercado y a través de medidas de apoyo que no distorsionen este".

En el resumen de sus trabajos, la presidencia hizo constar que los participantes en este G7 consideran que la investigación en tecnologías innovadoras es "crucial para el futuro, reconociendo que el crecimiento económico y la protección del medio ambiente pueden y deben conseguirse simultáneamente".

Los reunidos hablaron sobre la situación de crisis entre Rusia y Ucrania y reafirmaron que "la energía no debería ser usada como medio de presión política ni como amenaza a la seguridad" y que las diferencias en ese terreno "se deberían resolver a través del diálogo basado en la reciprocidad, la transparencia y la cooperación continuada".

La reunión de los responsables de Energía de los países miembros del Grupo de los Siete países más industrializados (G7, integrado por Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Japón, Alemania, Italia y Canadá) más la Unión Europea había comenzado el domingo en la capital italiana.