El universo sigue siendo una de las curiosidades de la naturaleza, que sigue siendo un misterio para los seres humanos, aun después de muchos años de estudios, lo que sucede en el espacio exterior sigue siendo desconocido, uno de los hechos que ha llamado la atención por estos días es una extraña profecía sobre la constelación Coronae Borealis, ubicada a 2.500 años luz de distancia de la Tierra, podría ser testigo de un fenómeno astronómico poco común en el año 2024. Se trata de la explosión periódica de la estrella T Coronae Borealis (T CrB), clasificada como una nova recurrente, que ocurre solo una vez por siglo.
Esta novedad estelar es el resultado de un fenómeno al que los científicos llaman ‘una danza cósmica’ entre dos estrellas vecinas, esta fusión estelar sucede entre una estrella gigante roja y una enana blanca.
Estos cuerpos estelares suelen ser difíciles de detectar con telescopios comunes debido a su brillo tenue; pero cuando la gravedad de la enana blanca captura suficiente material de su compañera, se desencadena una reacción de fisión nuclear y una explosión luminosa que las hacen visibles de una manera extraordinaria.
Esta explosión es llamada nova y se da en un sistema por fuera de la Tierra, y todo este proceso permite que se desarrolle una nueva estrella, la cual ‘vive’ por tiempo limitado. Durante este proceso, una enana blanca roba material de su compañera, que se calienta y se expulsa a gran velocidad con una intensa luz.
En los registros que se conocen hasta ahora son pocas las veces que se ha podido estudiar este fenómeno astral, de los cuales han sido dos, en T Coronae Borealis, con observaciones en 1866 y 1946, cuando la tecnología de telescopios aún estaba en desarrollo.
Algunos astrónomos han especulado que el período de recurrencia de esta nova es de aproximadamente 80 años, lo que llevaría a un nuevo evento en 2026. Sin embargo, un estudio reciente liderado por el Dr. Bradley E. Schaefer de la Universidad Estatal de Luisiana ha presentado nuevos resultados.
Por su parte, el Dr. Schaefer descubrió algunos datos que se deben tener en cuenta, incluyendo uno de 1787, donde el reverendo Francis Wollaston midió la ubicación de algunas estrellas mientras ocurría un brillo de estrella inesperado.
Otro registro, que data aún años antes, se establecieron en 1217, cuando se descubrió una estrella en la Corona Boreal que “brillaba con gran luz” durante “muchos días”. Schaefer sugiere que este evento histórico podría haber sido la explosión de la T Coronae Borealis, ya que el término utilizado no coincidiría con el de un cometa.
Telescopio James Webb mostró nuevos hallazgos este año
Este año, el telescopio espacial James Webb localizó la galaxia más lejana detectada hasta la fecha, creada durante la expansión inicial del Universo, apenas 320 millones de años después del Big Bang, según estudios publicados el martes. Cuanto más lejos están las galaxias, y, por lo tanto, más jóvenes, más difíciles son de detectar, puesto que su señal luminosa es muy escasa.
El telescopio Webb tiene una poderosa capacidad de observación en infrarrojo, lo que combinado con la espectroscopia, que analiza la luz proveniente de un objeto para determinar sus elementos químicos, localizó “sin ambigüedad” la existencia de cuatro galaxias.