Verónica Sarauz, esposa de Fernando Villavicencio, el candidato presidencial asesinado a tiros en Ecuador, por presuntos sicarios colombianos el miércoles, habló sobre este magnicidio, sobre las mafias detrás del crimen y de los colombianos implicados, y además, estalló contra el expresidente Rafael Correa.
En una entrevista con Revista Semana, Sarauz manifestó que no está tranquila con las investigaciones sobre este magnicidio. “Por supuesto que no. Todavía se tienen que responder muchas preguntas que están en el aire. Recién regresé a Ecuador, y estoy esperando, en el transcurso del día, comunicarme con las autoridades. Ellos tienen que explicarme por qué mi esposo salió con la seguridad de él, pero luego fue metido en una camioneta que no tenía resguardo, que no tenía chofer, para en el momento de los impactos salir huyendo del lugar. Alguien tiene que responder por esas cosas. Su guardia no actuó como debía actuar”, dijo.
La viuda de Fernando Villavicencio aseguró que no quería pensar que hubo algún tipo de “infiltración”, que “vendieron” a su esposo, y se que lo entregaron para que lo asesinaran a sangre fría. “No quiero pensar todavía en esas cosas. Necesito que el Estado me dé respuestas y necesito respuestas claras y concretas. Entiendo que con el FBI hay la posibilidad de que estas investigaciones se vuelvan reales y concretas”, dijo.
Además, aseguró que es con el FBI que tiene que comunicarse “porque todos sabemos que Ecuador está contaminado por el narcotráfico y por la delincuencia organizada, y la Policía no está exenta de estas contaminaciones”, añadió.
Ante la pregunta por Revista Semana, sobre a ella quién le parece que ordenó el asesinato de su esposo. Sarauz respondió: “Estoy convencida de que el magnicidio que se cometió con Fernando es un crimen político, no es un crimen de delincuencia común, es un crimen político y al único partido que le beneficia el asesinato de mi esposo es a aquellos que tienen vínculos con los grupos delictivos de este país. Incluso tenían a un representante en la Asamblea Nacional que era miembro de una banda delictiva”, señaló.
Asimismo, Sarauz señaló que el expresidente ecuatoriano Rafael Correa tenía conocimiento de lo que pasaba e iba a pasar con el crimen, esto, luego de recordar las frases que el propio Correa le decía a su esposo, frases como “pronto se te acabará la fiesta” y “nuestra venganza personal será contundente”.
“Si él no está involucrado directamente, al menos tenía conocimiento de lo que pasaba, lo que iba a pasar y lo que pasó. Ellos, cuando le decían que se le iba a acabar la fiesta, hablaban muy en serio. Recordemos que en el gobierno de Rafael Correa mandaron a secuestrar en Colombia a Fernando Balda usando recursos públicos. Entonces, si una persona es capaz de mandar a un país extranjero a la Policía a secuestrar a otros ciudadanos, son capaces de cualquier cosa”, aseveró.
La viuda del candidato asesinado aseguró que su esposo ya había puesto varias denuncian ante la Fiscalía de ese país, por los mensaje amenazantes que le enviaba el expresidente Correa. “venimos casi diez años de un proceso de persecución por parte del Gobierno de Rafael Correa, que allanó nuestra casa, nos persiguió y nos quebró económicamente. Tuvimos que salir a pedir auxilio al vecino país del Perú. Venimos de años y años de amenazas hasta que al fin la amenaza se hizo realidad y todavía no logro entender cómo pasó esto. Fernando tenía conocimiento de todas las amenazas porque desde que fue asambleísta recibía muchas”, dijo.
Y además, nombró a Piedad Córdoba, y aseguró que ella amenazó en Colombia al líder político. “Cuando viajó a Colombia por el tema de Álex Saab y la senadora Piedad Córdoba, ella también amenazó a mi esposo públicamente. Eso igualmente hay que recordarlo y no podemos dejar de mencionarlo. Fernando tenía mil y una amenazas por parte de todas estas personas que se veían expuestas gracias a todas las investigaciones periodísticas y a través del trabajo legislativo que él estaba desempeñando”, aseguró.
Y aseveró: “Es cierto, la señora Córdoba amenazó de muerte a Fernando”.
Sobre los colombianos involucrado en el crimen de su esposo, Sarauz dijo: “Lamentablemente son seis colombianos. En la audiencia de flagrancia se les dictó prisión preventiva. Cuando quieren hacer un trabajo así, mandan a traer a las personas de Colombia. Sé que es un crimen político, sé que muchos políticos deben estar involucrados aquí y no voy a descansar hasta llegar a las últimas consecuencias y dar con los autores materiales e intelectuales de este magnicidio que cometieron contra la vida de mi esposo”.
Por otro lado, dijo que a Fernando Villavicencio le pasó lo mismo que le pasó al Luis Carlos Galán en Colombia.
“Fernando está muerto, pero no han matado sus ideas, no han matado su legado y no han matado la esperanza que tenemos todos los que creemos en él de cambiar este país. Cuando empezó la campaña presidencial siempre recordaba al señor Galán, que fue asesinado en los años ochenta, cuando ustedes vivían la peor época con el narcotráfico; una época que nosotros recién estamos comenzando a vivir, con la diferencia de que en los ochenta no había el armamento sofisticado que tienen ahora ni la tecnología con la que gozan los delincuentes. Entonces, básicamente, pasó lo mismo que le pasó al señor Galán”, dijo en diálogo con la Revista Semana.
También habló sobre las constantes críticas que hizo Villavicencio al presidente Gustavo Petro y a su hijo Nicolás por los escándalos que los rodean. “El tema del señor Petro también involucra acá a una asambleísta por el partido del señor Correa que está vinculada sentimentalmente con un pariente del hijo del presidente. Ustedes lo saben mejor que yo. Él está involucrado en el tema del financiamiento ilícito para su campaña. Todas estas evidencias que tenía Fernando, todo lo que se logró recopilar, claro, tiene que ir directamente a la Fiscalía”, dijo.
Por último, aseguró que espera que el magnicidio de su esposo no quede en la impunidad y en el olvido. “Que este sacrificio que ha hecho Fernando, no quede en la impunidad, que no quede en el olvido. Necesitamos exigir a las autoridades, al menos hasta que se acabe este Gobierno, que nos garantice la seguridad. Este país no puede seguir contando cadáveres en las calles, ni contando cadáveres en las prisiones. No podemos seguir con la inseguridad de no poder salir como madre con los hijos al parque porque nos asaltan por robarnos un teléfono y, en el mejor de los casos, solo nos roban. En el peor nos disparan por llevarse ese teléfono”, dijo.