Según un informe preliminar interno de seguridad de la Administración Federal de Aviación revelado este jueves por la prensa estadounidense, el número de personal de la torre de control aéreo del aeropuerto Ronald Reagan de Washington “no era normal” en el momento del accidente entre un avión de American Airlines y un helicóptero del ejército.

El accidente aéreo ocurrido la noche del miércoles 29 de enero, sobre el río Potomac, cobró la vida de 67 personas. Sesenta y cuatro de las víctimas, entre las que se encontraban varias figuras importantes del patinaje artístico, se transportaban en el vuelo comercial con destino a la capital de Estados Unidos y las otras tres, eran militares a bordo del helicóptero Black Hawk.

El presidente Trump informó que las labores de búsqueda de los cuerpos continúan ya que no hay sobrevivientes. | Foto: Getty Images

“Les hablo esta mañana en una hora de angustia para nuestra nación”, dijo el presidente Donald Trump desde la Casa Blanca. “Se ha pasado a una misión de recuperación de cuerpos porque tristemente no hay sobrevivientes”, añadió.

El representante del partido republicano, acusó a los programas de diversidad, promovidos por sus predecesores demócratas Barack Obama y Joe Biden, de haber influido en esta tragedia, acusándolos de haber instaurado estándares de seguridad bajos.

“Yo pongo la seguridad primero. Obama, Biden y los demócratas pusieron la política en primer lugar”, dijo.

“De hecho salieron con una directiva: ‘demasiado blanco’. Y nosotros queremos a la gente que es competente”, aseveró el magnate, atacando a los programas de promoción de la diversidad en la administración y, más concretamente, en la Agencia Federal de Aviación (FAA).

Además, afirmó que la trayectoria del helicóptero de las fuerzas aéreas era “increíblemente mala”.

Presidente Trump adjudicó el lamentable hecho a las políticas de diversidad emitidas por Barack Obama y Joe Biden. | Foto: 2024 Getty Images

El exsecretario de Transporte de Estados Unidos, Pete Buttigieg, calificó de “despreciables” las palabras de Trump y se refirió a la ola de despidos ocurrida durante su administración, señalándolo de “despedir y suspender a parte del personal clave que ayudó a mantener”.

Esta situación se posiciona como la peor catástrofe aérea en EE.UU. desde que un avión de American Airlines se estrelló poco después de despegar del aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York en noviembre de 2001.

Para la mañana de este jueves, los organismos de socorro, en trabajo conjunto con helicópteros y embarcaciones, habían logrado recuperar 28 cadáveres de las aguas heladas del afluente.

Un portavoz militar informó que el helicóptero se encontraba efectuando un “vuelo de entrenamiento”. No obstante, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, precisó que el vehículo militar tenía “una tripulación bastante experimentada que estaba haciendo una evaluación nocturna anual obligatoria”. Aseguró además que los tripulantes portaban gafas de visión nocturna.

El mismo aeropuerto fue escenario de un accidente mortal en 1982, cuando el vuelo 90 de Air Florida, un Boeing 737, se desplomó tras el despegue, impactó contra un puente y cayó al río Potomac, dejando 78 muertos.