Este sábado, 16 de marzo, el Papa Francisco recibió en el Vaticano a un numeroso grupo de trabajadores y pacientes del hospital pediátrico Bambino Gesú (”Niño Jesús”, en español), una institución humanitaria que pertenece a la Iglesia Católica. En la recepción, el Pontífice tenía programado hacer un discurso, pero no le fue posible debido a un resfriado, por lo que un sacerdote que lo acompañaba tuvo que leerlo en su nombre.

“Me alegro de verlos. Todavía no me he recuperado y por eso no puedo leer bien mi mensaje. Lo hará monseñor Ciampanelli en mi lugar. Gracias”, explicó Francisco, en su saludo a los fieles que ocupaban el Aula Pablo VI del Vaticano.

El pontífice asistió al evento, pero no pudo leer su discurso. | Foto: Restringido

Sin embargo, esto no evitó que el Santo Padre dedicara unos minutos a saludar de cerca a sus fieles, entre los que se encontraban niños y familias de Gaza y Ucrania, que están recibiendo atención humanitaria en Bambino Gesù.

Francisco saludó personalmente a muchos de los más de tres mil médicos, investigadores y personal del centro de atención infantil referente en Europa, que está celebrando cien años como propiedad de la Santa Sede, aunque es mucho más antiguo.

Desde hace unos días la salud del Papa Francisco preocupa a sus más cercanos colaboradores y a sus fieles. | Foto: Getty Images

Además, el Pontífice interactuó con diferentes familias de niños enfermos, a quienes abrazó, dio su bendición y autógrafo, firmando con la letra “F” sobre los papeles que le aproximaban.

Como se ha conocido en los últimos días, el Papa ha debido renunciar a la lectura de algunos discursos, incluso su movilidad se ha dificultado, todo por causa de lo que medios oficiales del Vaticano han calificado de un “resfriado” muy persistente.

Una vez leído su mensaje, Francisco fue llevado entre el público en la silla de ruedas que viene usando en los últimos tiempos.

Pese a los rumores, Francisco aseguró que no tiene planeado retirarse de su cargo. | Foto: AFP or licensors

Por su parte, el hospital informó en un comunicado de que entre estos niños asistentes estaban muchos llegados de países de guerra y tratados en Roma por razones humanitarias.

Sobre esta institución de larga tradición humanitaria, Francisco se tomó unos minutos para rendir homenaje a su labor. Cabe recordar que el Bambino Gesú fue fundado en 1869 y desde 1924 fue donado al Vaticano por sus antiguos dueños, la familia de los duques Salviati.

“Queridos hermanos y hermanas, he de confesar que cuando visito el Bambino Gesú tengo dos sentimientos encontrados: siento dolor por el sufrimiento de los niños enfermos y de sus padres, pero al mismo tiempo siento una gran esperanza viendo todo lo que se hace por curarlos. Gracias, gracias por todo esto”, expresó.

Además, concluyó invitándolos a seguir en esta labor caritativa: “Continúen con esa bendita obra. Los bendigo a todos de corazón y rezo por ustedes. Y también ustedes, por favor, recen por mí”.