Brasil sigue atravesando un profundo momento de luto, debido al trágico accidente aéreo del pasado viernes 9 de agosto, en el cual un avión que emprendía la ruta Cascavel - Sao Paulo, se precipitó sobre la localidad de Vinhedo.
Las autoridades de ese país reportaron que no hubo sobrevivientes del vuelo 2283 de Voepass, teniendo en cuenta que en un principio se reportó que fueron 61 los fallecidos. Sin embargo, el pasado sábado dicha aerolínea dio a conocer que eran 62, incluidos los miembros de la tripulación.
Por lo tanto, este lunes se conoció el testimonio oculto de Rosana Santos Xavier, una pasajera de 23 años de edad que falleció en el vuelo y que durante el trayecto habría mantenido una conversación de mensajería instantánea vía WhatsApp con algunos de sus familiares.
Y es que en plena angustia del vuelo, la joven empezó a escribir varios mensajes con el fin de hacerles saber a sus familiares que estaba atravesando por un momento de miedo, debido a las condiciones de la aeronave y por las condiciones climáticas. “Qué miedo este vuelo”, afirmó la mujer en uno de los mensajes a su familia sobre el trayecto al que estaba sintiendo que no era para nada normal. Asimismo, les confirmó que “Llegaremos con lluvia, qué miedo da este vuelo”.
Estas revelaciones las dio a conocer el medio brasileño O Globo. La joven Santos Xavier habría tomado dicho vuelo con motivos de trabajo por ordenes de una empresa en la cual solo llevaba dos meses ejerciendo sus labores desde casa, pero esta vez tenía que viajar para una reunión y cumplir con diversos compromisos laborales. Asimismo, manifestó que las sillas de la aeronave se encontraban en mal estado: “Es un avión viejo, tiene el asiento roto”.
La señora Rosemeire, madre de la joven, dio a conocer al medio mencionado que tuvo un “mal presentimiento por el vuelo” y le pidió a su hija que leyera la biblia para que estuviera tranquila. Pero desafortunadamente a los pocos minutos sucedió el accidente y la madre se vino a enterar por medio de las noticias en la televisión.
“Me desesperé. Empecé a correr dentro de la casa gritando. Ella ayudaba con las compras de la casa y había comprado su cochecito. Todo lo que tenía era para mí, mi marido, mis hijas. Ella solo pensaba en nosotros, su dinero era para ayudar en la casa”, señaló Rosemeire con profunda tristeza.