Tras largos meses de cambios, debates y señalamientos, Estados Unidos se prepara para celebrar los comicios presidenciales, en donde Donald Trump y la actual vicepresidenta, Kamala Harris, se enfrentarán para convertirse en el nuevo mandatario durante los próximos cuatro años.

Como es habitual, será el martes, 5 de noviembre, cuando se llevarán a cabo las presidenciales, en un día en el que la atención de varios países estará centrada en esa nación, debido a los intereses económicos, culturales y geopolíticos que conllevan dichas elecciones.

Pero, a diferencia de Colombia, por ejemplo, el sistema electoral en este país norteamericano funciona diferente a lo que se está acostumbrando en continentes como Latinoamérica.

En primer lugar, antes de ser celebradas las presidenciales, en Estados Unidos se realizan las elecciones primarias, en donde los ciudadanos de cada estado votan por el candidato de su preferencia. Al conocerse los resultados, a cada aspirante se le asigna cierto número de delegados teniendo en cuenta los votos obtenidos en las primarias.

Kamala Harris se enfrentará a Donald Trump en las próximas elecciones presidenciales | Foto: AP

Posteriormente, dichos delegados hacen parte de la convención nacional del partido, y el aspirante que tenga más apoyo de los mismos es quien disputará las presidenciales con los candidatos de los demás partidos.

Luego de ser resueltas las primarias, se realizan las elecciones generales, por medio del proceso del Colegio Electoral, en el que los ciudadanos elegirán a un grupo de electores que, posteriormente, votarán por el candidato en su nombre.

El Colegio Electoral está compuesto por 538 miembros en total, y cada estado tiene un número determinado de ellos, basado en su representación en el Congreso. Por ejemplo, California cuenta con 55 electores, correspondientes a sus 55 congresistas.

En este sistema, el candidato que logre sumar al menos 270 de los 538 votos electorales -es decir, la mitad más uno- se convierte en el presidente electo de los Estados Unidos.

El presidente de EE. UU. no se elige por millones de votos, sino por 270 votos, mínimo. Debido a que el Colegio Electoral tiene 538 miembros, quien obtenga la mitad más uno de esta cifra es quien gana la Casa Blanca”, explica Cristian Rojas, director del programa de Ciencias Políticas en la Universidad de La Sabana.

Finalmente, se debe destacar que quien gane la elección en un estado, así sea solo por un voto, se llevará consigo todo el apoyo del estado, aunque no hayan sido a su favor.

Donald Trump y Kamala Harris se enfrentarán por la Casa Blanca. | Foto: 2023 Anadolu Agency

Sin embargo, hay algunos estados que no permiten que sus ciudadanos voten por un candidato diferente al que ya se había elegido. “Aunque la Constitución no exige que los electores voten por el candidato elegido por el voto popular de su estado, algunos estados sí lo exigen. Si un elector vota por otra persona, puede ser multado, descalificado y reemplazado por un elector sustituto, o incluso podría ser procesado por su estado”, argumenta la página oficial del gobierno de Estados Unidos.