Una empresa de publicidad en Xian, en el centro de China, habría trasladado su sede a una zona montañosa remota con el objetivo de que sus empleados renuncien en vez de despedirlos para así recibir una compensación salarial. El caso lo dio a conocer uno de los extrabajadores de la compañía a través del medio local South China Morning Post.

Según contó el hombre, el nuevo local fue ubicado en las montañas Qinling, un área muy alejada de acceso limitado y al que solo se puede llegar tras un viaje de dos horas: “Mis colegas sin vehículos tenían que depender de un autobús que pasaba cada tres horas y luego caminar otros tres kilómetros por senderos montañosos para llegar a la oficina”.

Él también informó que si se quisiera pedir un taxi desde la estación de tren más cercana hasta la empresa, costaría de 50 a 60 yuanes, es decir, cerca de US$ 8, y, al decírselo a la compañía, esta se negó a proporcionar subsidios de transporte. Además, de por sí las condiciones laborales eran muy malas.

14 de más de 20 empleados renunciaron a la empresa.

Asimismo, el camino de regreso a casa era el mismo panorama, porque el área no está bien iluminada y hay muchos perros callejeros que se iban detrás de las personas, llevando a que 14 de más de 20 empleados presentaran su carta de renuncia luego de entender que sus reclamos no servían para nada.

Lo sorprendente fue que, cuatro días después de su retiro, los empleados que habían renunciado se enteraron de que la empresa había vuelto al centro de la ciudad y que estaban contratando a nuevo personal, es por esa razón que llegaron a la conclusión de que el traslado del local había sido con la intención de obligarlos a renunciar.

De esta manera, llegaron a la conclusión de que la compañera había creado condiciones difíciles de forma intencional para forzarlos a renunciar.

Los empleados de la compañían tenían que recorrer largos trayectos para llegar a la empresa. | Foto: 2006 Jeff Hutchens

¿Qué dijo la compañía sobre la denuncia?

Uno de los representantes de la empresa rechazó que esas afirmaciones fueran ciertas y explicó que el traslado fue una medida temporal para reducir costos: “El alquiler en el distrito central de negocios era alto, y la nueva oficina estaba en proceso de renovación. Estábamos operando un hospedaje, así que nos mudamos temporalmente allí por una semana”.

Además, anunció que piensan emprender acciones legales contra los ex empleados por dañar la imagen de la compañía y causar posibles pérdidas.

No obstante, los extrabajadores no estuvieron de acuerdo: “Nos dijeron que el periodo de trabajo en las montañas podría ser muy largo, posiblemente hasta el próximo año. Si solo era una semana, ¿quién no podría haber soportado las condiciones laborales?”.

Uno de los representantes de la compañía indicó que no era cierto que hubieran querido que sus empleados renunciaran.

Luego de que el caso fue puesto a conocimiento de todos en internet, los comentarios no se hicieron esperar: “El empleador es astuto y manipulador. Jefes así son realmente peligrosos”, “si yo estuviera en su lugar, simplemente alquilaría una casa en las montañas. Es barato y no me iría sin una compensación adecuada”, “un contrato laboral especifica el lugar de trabajo. Mudarse de la oficina original constituye incumplimiento de contrato. Los empleados podrían optar por la dimisión forzosa y solicitar una indemnización”.