El Papa Francisco estará presidirá en la noche de este Sábado Santo la Vigilia Pascual en El Vaticano, pese a haber cancelado la víspera su participación en el Viacrucis, decisión repentina que aumentó los temores sobre su salud, cada vez más frágil.
Su presencia en la ceremonia del Sábado Santo fue confirmada por El Vaticano, a pesar de la cancelación el viernes, en el último minuto, de su asistencia al Viacrucis, que se celebró en el Coliseo ante 25.000 personas.
El momento del anuncio, poco antes del inicio de la ceremonia, obligó a los organizadores a retirar apresuradamente la silla del Pontífice.
Cabe mencionar que el jesuita argentino ya había cancelado su participación en el viacrucis en 2023, pero esta decisión se tomó después de una hospitalización de tres días por una bronquitis.
Semana recargada
La Semana Santa implica numerosas ceremonias que terminan con la Pascua y se asemejan a una maratón para un octogenario que se desplaza desde hace dos años en silla de ruedas.
En los últimos días Francisco ha lucido cansado y se ha visto obligado en varias ocasiones a delegar la lectura de sus discursos invocando una bronquitis, por la cual pasó a exámenes en un hospital de Roma a finales de febrero.
A pesar de una operación del abdomen en el 2023, Francisco sigue sometiéndose a un ritmo de trabajo desenfrenado en el Vaticano.
El Pontífice siempre deja “la puerta abierta” a una eventual renuncia, en la línea de su predecesor, Benedicto XVI. Pero en una autobiografía publicada a mediados de marzo reiteró que no tenía “razones serias” para renunciar a su cargo, una “hipótesis lejana” que se justificaría solamente en caso de “grave impedimento físico”.
Con información de AFP