Por Olga Lucía Criollo
“Seguiremos con nuestro corazón y nuestras manos en Colombia. Emigrar nunca será fácil. Es duro dejar la familia y amigos. No obstante, en muy corto tiempo hemos satisfecho nuestras expectativas familiares y profesionales. Vamos avanzando. Emigrar de forma legal y saber que podemos ayudar a que otros profesionales conozcan más este tipo de oportunidades es uno de nuestros objetivos a corto plazo”.
Así, Álvaro Benedetti, un caleño de 39 años de edad, comienza a contar cómo logró convertirse en un caso exitoso de inmigración a Estados Unidos, luego de que le dieran a él y a su familia la ‘Green Card’, el ‘pasaporte’ que muchos colombianos y latinos sueñan obtener para poder irse a vivir y trabajar en ese país de América del Norte.
Fue en junio del 2021 cuando él y Francia Aragón, su esposa, dieron el primer paso para alcanzar ese propósito, que se materializó a finales de diciembre pasado, cuando llegaron con sus dos pequeñas hijas al estado de Georgia.
“Desde años atrás tuvimos la intención de encontrar nuevos desafíos profesionales y, como familia, vivir nuevas aventuras. Algo impactados por la pandemia del Covid-19 y en medio del estallido social, tras explorar muchas opciones de migración a varios países, logramos encontrar el mejor camino posible para Estados Unidos. Lo planificamos y lo llevamos a cabo con éxito y sin contratiempos desde Colombia, en poco más de 24 meses”,cuenta Francia, una politóloga especialista en responsabilidad social empresarial.
Pero con respecto al camino que recorrieron para lograr su propósito, Álvaro cuenta: “La visa EB2 por interés nacional impulsa a que profesionales del mundo, que cuenten con un título profesional, títulos avanzados o capacidades excepcionales, puedan ‘autopatrocinarse’ y no dependan de un empleador para presentar una petición en su nombre. Se requiere además demostrar un recorrido y logros en áreas afines a ciencias, artes o negocios, entre otras, y justificar con nivel de detalle que el trabajo y la experiencia en el país de origen podría potencialmente beneficiar el interés nacional de los Estados Unidos”.
Y precisa que “cada estado de la Unión Americana cuenta con enormes posibilidades de desarrollo, incluso aquellos no tan conocidos ni poblados como Montana, Iowa o Wisconsin, y en áreas como la agricultura, tecnologías emergentes, energías renovables, economía del cuidado, solo por mencionar algunas. Sin embargo, es bien sabido que una buena parte de estos sectores necesita de buenos talentos que aporten sus saberes. La economía es muy dinámica, es fácil hacer negocios. Paradójicamente, en algunas regiones el nivel de escolaridad promedio en Estados Unidos es ¡octavo grado! La mano de obra cualificada es sin duda apreciada”.
De igual forma, Francia plantea que lo interesante de este tipo de visa es que el peticionario principal puede arrastrar a su núcleo familiar (esposa e hijos), como fue su caso. “No hay una única ruta. Tal vez por desconocer el proceso y desconfiar del resultado, nosotros nos apoyamos en una firma de abogados. En primer lugar, nos ayudaron a verificar si el perfil de Álvaro cumplía con los criterios de la visa. Con la luz verde, emprendimos la estructuración de nuestro caso. Tras varias semanas de investigación, logramos construir una narrativa mediante la cual demostramos cómo un empresario consultor, politólogo, magíster en Estudios sobre Desarrollo y con importantes contribuciones al desarrollo local y regional en la región Pacífico colombiana, podría ser de interés nacional”.
Entonces él vuelve a tomar la palabra para afirmar que, tras el triunfo del presidente Joe Biden, en 2021, “se dispusieron importantes montos de inversión, especialmente de recursos federales, a fin de atender los estragos de la pandemia y fortalecer el desarrollo económico, especialmente de los estados menos ricos del sur. Como en cualquier parte, ejecutar recursos de inversión requiere de planificación y una correcta ejecución de proyectos en infraestructuras sociales y de transporte, y a partir de ahí enfocamos nuestro caso en las oportunidades de los estados de la Costa Este, especialmente Georgia y el área metropolitana de Atlanta”.
Y añade que, según algunas fuentes especializadas, esta región es un referente para el desarrollo de nuevas industrias y es uno de los seis destinos más atractivos para la inversión extranjera: “Con estos insumos logramos justificar cómo los gobiernos locales y los condados podrían necesitar del trabajo de un profesional con experiencia en planificación y estructuración de proyectos, que pudiese aportar en la focalización de inversiones y desarrollar agendas de cooperación, teniendo en cuenta además el volumen de población hispana”.
¿Qué pasó después?: “Pasado un año de espera, nuestro caso fue aprobado en su primera parte por la Oficina de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS). Tuvimos vía libre para acceder al trámite consular en la Embajada de Estados Unidos en Bogotá y la realización de exámenes médicos”, cuenta ella, satisfecha porque lograron convertirse en realidad su sueño de viajar a establecerse en el país del Norte.