El presidente de EE.UU., Donald Trump, y su antecesor, Barack Obama (2009-2017), se dieron hoy la mano al comienzo del funeral del exmandatario estadounidense George H. W. Bush (1989-1993), pero no hubo ninguna interacción entre el jefe de Estado y su rival en las elecciones de 2016, Hillary Clinton.
El saludo entre Trump y Obama fue la primera interacción conocida entre ambos desde el traspaso de poder el 20 de enero de 2017, hace casi dos años.
En primera fila del funeral por el expresidente, fallecido el pasado viernes a los 94 años, se encontraban los exmandatarios demócratas Barack Obama, Bill Clinton (1993-2001) y Jimmy Carter (1977-1981), junto a sus respectivas esposas, Michelle, Hillary y Rosalynn.
Trump y su esposa Melania llegaron poco después y se sentaron en un extremo de la misma fila, con la primera dama sentada al lado de Obama y el actual presidente al lado del pasillo.
Obama y su esposa Michelle dieron cordialmente la mano a Trump y a la primera dama cuando ambos llegaron y ocuparon sus asientos.
La excandidata demócrata Hillary Clinton estaba sentada más lejos, a la izquierda de su marido Bill, quien a su vez ocupaba el espacio al lado de Michelle Obama.
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La exsecretaria de Estado no se giró cuando Trump y su esposa tomaron sus asientos, y no hubo saludo entre las dos parejas.
Al otro lado del pasillo se sentó el expresidente republicano George W. Bush (2001-2009), hijo del fallecido y que pronunciará un elogio fúnebre en memoria de su padre.
Antes de ocupar su asiento, Bush hijo saludó a todos los expresidentes y sus esposas, y le entregó un caramelo a Michelle Obama, como recuerdo del gesto similar que ambos compartieron cuando estuvieron sentados el uno al lado del otro durante el funeral del senador republicano John McCain el pasado 1 de septiembre.
La ex primera dama se río al recibir el pequeño regalo de Bush, al que ha descrito como su amigo y un "hombre maravilloso" al que tiene mucho cariño, especialmente por su sentido del humor.
El gesto entre ambos en el funeral de McCain se hizo viral debido a que los estadounidenses "están ávidos" de contemplar momentos como esos, que demuestren "que el partido político no separa" a la gente, según opinó Michelle Obama en una entrevista con el canal televisivo "Today" en octubre.