En horas de la madrugada, Estados Unidos ha sido sacudido por un temblor que ha generado preocupación y revuelo en varias regiones del país. Conozca los detalles más relevantes de este evento sísmico, incluyendo su epicentro, magnitud y las implicaciones que tiene para las comunidades afectadas.

¿Qué es la ‘magnitud’ en un sismo?

La magnitud en un sismo es una medida que indica la energía liberada en el foco del temblor. Se calcula mediante diferentes fórmulas que tienen en cuenta la amplitud de las ondas sísmicas registradas por los sismógrafos. La escala de magnitud del momento es la más utilizada actualmente. Esta escala es logarítmica, lo que significa que un incremento de un punto en la escala representa aproximadamente un aumento de 10 veces en la amplitud de las ondas sísmicas y aproximadamente 31.6 veces más energía liberada.

Temblores recientes registrados por USGS

El Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) ha reportado varios temblores recientes que han ocurrido en distintas regiones del país. A continuación, se detallan dos de los eventos más destacados:

Desde las primeras horas del día, los informes de un temblor en territorio estadounidense han generado atención y preocupación entre los residentes. | Foto: tomislz

04:08 am - 12 km al SE de Pāhala, Hawái

  • Magnitud: 2,5
  • Tiempo: 2024-05-21
  • Ubicación: 19,122°N 155,400°O
  • Profundidad: 37,0 kilómetros

00:09 am - Frente a la costa de Oregón

  • Magnitud: 3,1
  • Tiempo: 2024-05-21
  • Ubicación: 43,592°N 128,332°O
  • Profundidad: 10,0 kilómetros

¿En qué influye la profundidad de un sismo con la sensación?

La profundidad del foco sísmico es otro factor crucial que influye en cómo percibimos un terremoto. Los sismos superficiales, aquellos que ocurren a menos de 70 kilómetros bajo la superficie terrestre, tienden a sentirse con mayor intensidad en comparación con los sismos más profundos.

La prioridad ahora radica en identificar el epicentro exacto y determinar la magnitud del sismo para evaluar cualquier posible impacto. | Foto: barisonal

Esto se debe a que la energía liberada por un sismo superficial tiene menos distancia que recorrer para alcanzar la superficie, lo que puede provocar una mayor vibración y sacudida del suelo. Por otro lado, los sismos más profundos, que ocurren a más de 300 kilómetros bajo la superficie, a menudo se sienten con menos intensidad y pueden ser percibidos como un movimiento suave y prolongado.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.