El cardenal italiano Matteo Zuppi, enviado del papa Francisco por la paz en Ucrania, viajará el miércoles a Moscú, anunció el Vaticano, tres semanas después de su visita a Kiev.
Se trata de la primera visita a Moscú de un alto responsable de la Santa Sede desde la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022.
“Los días 28 y 29 de junio de 2023, el cardenal Matteo Maria Zuppi, arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, acompañado por un funcionario de la Secretaría de Estado, realizará una visita a Moscú, como enviado del papa Francisco”, anunció el Vaticano en un comunicado el martes.
“El objetivo principal de la iniciativa es fomentar los gestos de humanidad que pueden ayudar a promover una solución a la trágica situación actual y a encontrar los medios para alcanzar una paz justa”, precisó.
El cardenal Zuppi, perteneciente a la comunidad de San Egidio, que desempeña un papel de canal diplomático informal de la Santa Sede, ya había visitado Kiev los días 5 y 6 de junio.
En esta visita “breve, pero intensa”, según el Vaticano, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, le había declarado que un alto el fuego “no llevaría a la paz”.
A pesar de los repetidos llamamientos del papa Francisco para silenciar las armas cada semana desde el inicio del conflicto, las iniciativas de la Santa Sede para establecer un vínculo con las autoridades rusas han fracasado hasta ahora.
Arzobispo de Bolonia, Matteo Zuppi, de 67 años, preside la Conferencia Episcopal Italiana desde el año pasado.
Irrumpió en la escena internacional con la firma, en 1992, de un acuerdo de paz en Mozambique.
Allanan arquidiócesis alemana en investigación sobre perjurio contra cardenal
Fiscales alemanes allanaron el martes la arquidiócesis de Colonia en una investigación contra el cardenal Rainer Maria Woelki, acusado de perjurio en relación con los escándalos de abusos sexuales en la Iglesia católica alemana.
La fiscalía de Colonia dijo en un comunicado que unos 30 policías registraron seis lugares, entre ellos la residencia de Woelki y un centro de informática encargado del corrreo electrónico de la Iglesia.
“Las medidas procedieron sin incidentes y recibieron en general la cooperación en los lugares que registramos” en la arquidiócesis, la más grande de Alemania, indicó la fiscalía en un comunicado.
“Para evitar malos entendidos”, la fiscalía quiso “señalar explícitamente que el acusado para nada es sospechoso de encubrir activa o pasivamente, o participar en actos de abuso”.
La fiscalía de Colonia anunció en mayo que investigaba a Woelki por sospechas de perjurio con base en la denuncia penal de un laico.
Woelki declaró en marzo, en un proceso contra el diario popular Bild, que no estaba al tanto de las acusaciones de abuso sexual contra un sacerdote de su diócesis.
Sin embargo, habría citado el contenido de documentos sobre el caso, incluyendo detalles de abusos sexuales contra jóvenes de parte del sacerdote, en una carta de 2018 al Vaticano.
Bajo la ley alemana, el perjurio conlleva una sentencia de cárcel de seis meses a 15 años.