Los científicos de la NASA monitorean la actividad eléctrica de la atmósfera de la Tierra, lo hacen a través de la plataforma única de observación que es la Estación Espacial Internacional, un sensor de ozono para ayuda a vigilar los cambios que va presentando la capa de ozono.

Uno de esos cambios que se observan son las caídas de rayos, sobre todo en cuanto a la cantidad en los 365 días.

De estas solo el 20 % llega al suelo y el resto ocurrirían en el interior de las nubes. El lago de Maracaibo, en el oeste de Venezuela, es considerado el lugar del planeta donde caen más rayos.

Las nubes que se forman en sus 13 mil kilómetros cuadrados, generan cerca de ocho mil rayos por día. Un estudio publicado en febrero de este año, logró identificar los 500 puntos del planeta con mayor cantidad de descargas eléctricas atmosféricas.

Por medio de un satélite, que orbita a 405 kilómetros de la superficie de la Tierra, se capta la interacción de los rayos. | Foto: Bing Image Creator

Según la meteoróloga Rachel Albrecht, docente del Departamento de Ciencias Atmosféricas del Instituto de Astronomía, Geofísica y Ciencias Atmosféricas de la Universidad de São Paulo, el análisis de la situación ha determinado que la causa principal para la alta frecuencia de rayos es la convergencia de la brisa nocturna,

Ella es precisamente la primera autora del ranking mundial de descargas eléctricas atmosféricas, elaborado en conjunto con investigadores de Estados Unidos. La convergencia es un fenómeno que se presenta por la combinación ambiental: la existencia de un gran lago tropical rodeado por un relieve bastante accidentado.

En el día, el continente se calienta más rápido que el agua del lago. Esta diferencia de temperatura provoca que el viento sople del lago con dirección a las montañas que forman la bahía de Maracaibo.

En las noches, la brisa se invierte. Las montañas y el continente se enfrían antes que el lago, por lo que el agua termina aportando humedad a la atmósfera. El vapor se condensa y forma nubes de tempestad profunda, con cristales de hielo y granizo, los cuales provocan una transferencia de cargas eléctricas, que llevan a que el campo eléctrico aumente y se produzcan los rayos.

Con mayor frecuencia los rayos caen sobre las tres de la mañana. La mayoría de las regiones continentales presenta un máximo de rayos por la tarde, principalmente durante las tormentas de verano.

El monitoreo de la actividad eléctrica que realizan los científicos a la atmósfera de la Tierra, es constante. | Foto: 2017 Getty Images