Tanto en la frontera sur de Estados Unidos, principal puerta de entrada de los migrantes, como en muchas ciudades, las autoridades estadounidenses están en alerta ante la presencia de la peligrosa banda venezolana Tren de Aragua, convertida en arma de los republicanos contra la inmigración.
Esta violenta pandilla “transnacional del crimen”, como la catalogan las autoridades estadounidenses, está vinculada a extorsiones, homicidios, tráfico de drogas a pequeña escala y recientemente al tráfico de migrantes y sexual.
Precisamente, recientemente el gobernador del estado, Greg Abbott, declaró al Tren de Aragua como “terroristas, una amenaza grave para el estado y el país”, y llamó a conformar un equipo policiaco para acabar con la presencia de la banda venezolana.
La situación se enfatiza en la ciudad de Dallas en donde no solo le están pidiendo al Gobierno de Biden más recursos y tecnología adicionales para realizar un incremento en la cantidad de arrestos, sino que también solicita el respaldo de los ciudadanos.
Hasta el momento, se sabe que en Dallas, los integrantes del Tren de Aragua operan tanto en el centro como en el norte de la ciudad, por lo que solicitan a los habitantes que se comunican al 911 para proporcionar cualquier tipo de información para evitar crímenes.
Esto ha generado que este tema se convierta en uno de los ‘platos fuertes’ en el discurso político del candidato presidencial, Donald Trump, quien ha denunciado la llegada al país de “criminales bárbaros” y “asesinos y terroristas” salidos de las cárceles y psiquiátricos de sus países.
Como con los haitianos que se comían las mascotas en la ciudad de Springfield, Ohio, Trump también ha propagado informaciones falsas sobre el supuesto control por parte de “violentas” bandas de edificios en la ciudad de Aurora, Colorado, donde reside una importante comunidad venezolana. Por ahora se ha confirmado solo la presencia de esta banda en Dallas y sus zonas aledañas.