El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, felicitó este lunes, 5 de febrero, a Nayib Bukele “por su victoria electoral como presidente de El Salvador” y le recordó que su país seguirá dando prioridad a “los derechos humanos”.
Bukele, que proclamó el domingo su reelección al atribuirse más del 85 % de los votos, impuso un régimen de excepción en marzo de 2022 que suma casi 76.000 detenidos.
En un comunicado, Blinken afirma que “espera trabajar” con Bukele, quien presumió de haber pulverizado a la oposición al ganar casi la totalidad de los escaños del Congreso gracias a su polémica “guerra” contra las pandillas, y con el vicepresidente electo Félix Ulloa tras la investidura en junio.
Pero el Jefe de la diplomacia insistió en que “de cara al futuro Estados Unidos seguirá dando prioridad a la buena gobernanza, la prosperidad económica inclusiva, las garantías de un juicio justo y los derechos humanos”.
Una afirmación nada anodina, dado que organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch denuncian arrestos arbitrarios, torturas y muertes en prisión.
El secretario de Estado elogia la labor de los observadores electorales y califica de “sólida” la relación “con el pueblo de El Salvador, forjada a lo largo de 160 años y construida sobre valores compartidos, lazos regionales y conexiones familiares”.
“Solo trabajando juntos podremos alcanzar todo nuestro potencial y superar los mayores obstáculos” en América Latina y a nivel mundial, afirma Blinken, quien estima que “los acontecimientos en El Salvador tienen un impacto directo en los intereses de Estados Unidos”.
El mandatario Bukele no ha dicho directamente si, tras un eventual segundo periodo, en un futuro podría volver a postularse.
En las elecciones de este domingo, el presidente tiene prácticamente asegurada la reelección y las encuestas vaticinaron que podría tener la supermayoría calificada en el Congreso unicameral.
En El Salvador estuvo prohibida la reelección hasta la llegada de Bukele al poder. Por eso, opositores y abogados afirman que su postulación es inconstitucional, habilitada por magistrados designados por un Congreso afín.