La economía de los Estados Unidos enfrenta, en este momento, dos grandes retos: salir del fantasma de la recesión y superar los problemas de pagos de su deuda.
Los economistas de la Reserva Federal estadounidense (Fed, banco central), consideran que la economía de Estados Unidos sigue orientándose hacia una “ligera recesión” a fin de año e inicios de 2024, según extractos de las actas de la última reunión del organismo publicadas esta semana.
El 3 de mayo, a pesar de esta postura de sus equipos de economistas y en un contexto de persistente tensión en el sector bancario, el Comité Monetario de la Fed (FOMC) aumentó sus tasas de interés por décima ocasión consecutiva, en un cuarto de punto porcentual.
Los participantes del encuentro justificaron su decisión por la persistencia de una “inflación que sigue muy por encima del objetivo de largo plazo de 2% y una inflación subyacente (sin los precios volátiles de energía y alimentación) que muestra sólo algunas señales de moderación”.
Esta situación no solo preocupa a los empresarios y trabajadores de Estados Unidos, sino a todos los proveedores de este país.
En Colombia, por ejemplo, gremios como Analdex, que agrupa a exportadores, han llamado la atención sobre este tema.
Javier Díaz, presidente de esa entidad dijo que el reciente anuncio de una recesión en Estados Unidos podría afectar las metas de comercio exterior para Colombia, en especial del lado de las exportaciones.
“Para este año preveíamos unas ventas al exterior cercanas a los US$60.000 millones. Sin embargo, el panorama que proyectan en Estados Unidos nos indica que nuestro principal socio comercial podría demandar menos productos. Además, podría haber un efecto dominó, ya que, al ser la principal economía a nivel mundial, tendría un efecto en países como México, que también disminuiría sus compras provenientes de Colombia y de otros orígenes”, indicó el directivo.
Las exportaciones de Colombia a Estados Unidos, durante el primer trimestre de 2023, llegaron a US$3.216 millones, con un crecimiento de 0,9% frente al mismo lapso de 2022. Incluso, un tercio de las exportaciones no mineras de Colombia tuvieron como destino al país norteamericano, según datos de Analdex.
En tanto que las importaciones de ese mercado registraron US$4.420 millones y una caída de 2,9%, de acuerdo con cifras del Dane.
¿Llegarán al impago?
Estados Unidos podría encontrarse corto de fondos, a partir del 5 de junio, a riesgo de no poder enfrentar sus compromisos contables y financieros.
De nuevo se vive un pulso entre la Casa Blanca y los republicanos del Congreso, que no se ponen de acuerdo para aumentar la capacidad de emisión de deuda del país.
“Todo estadounidense que directa o indirectamente dependa de un pago del Gobierno, dejará de cobrar”, dijo a la AFP Gregory Daco, economista jefe de EY Parthenon.
Esto implica los salarios y pensiones de funcionarios y soldados, las prestaciones sociales relacionadas con los niños, la asistencia sanitaria, los bajos ingresos o ancianos.
El Tesoro corre el riesgo de “quedarse sin efectivo para pagar cientos de miles de millones de dólares” de facturas, afirma Nancy Vanden Houten, economista de Oxford Economics.
“Las empresas que trabajan para el gobierno tampoco cobrarán”, añade Daco.
Por otra parte “si los mercados bursátiles caen, (...) los ahorros de las personas y también sus ahorros para la jubilación se verían perjudicados”, declaró a la AFP Nathan Sheets, economista jefe del banco Citigroup.